El precio de la nafta sigue subiendo y los argentino no sólo cargan menos sino que eligen bajar la calidad del combustible que introducen en sus vehículos.

De acuerdo a cifras oficiales de la Secretaría de Energía, la venta de combustibles en las estaciones de servicio cayó en septiembre un 6,65% respecto al mismo mes de 2017, con un marcado derrumbe del 27,5% de la demanda de naftas premium.

El desempeño general del mercado de combustibles tuvo, además, una caída en septiembre del 10,2% respecto de agosto, lo que refleja el efecto de la crisis macroeconómica abierta durante el segundo trimestre del año con la devaluación y el traslado parcial al precio de los combustibles.

De acuerdo a las cifras de septiembre, las ventas de gasoil cayeron un 7,84% interanual, y la de gasoil premium un 7,39%, mientras que la nafta súper fue el único producto que se mantuvo en alza con un 4,95% positivo, al absorber parte del traspaso del consumo de nafta premium que cayó un 27,5%.

En la comparación intermensual, todos los productos resultaron a la baja: el gasoil común (G2) un 10,2%, el gasoil premium (G3) un 12,8%, la nafta súper un 6,25% y la premium un 17,2%, lo que profundiza el proceso de los consumidores de abandonar en los últimos meses este producto de mayor precio.

Los combustibles ya llevan un aumento superior al 65% promedio durante 2018 y desde las compañías petroleras venían advirtiendo que aún se registraba un retraso de los precios internos con respecto a los valores internacionales.

"Hasta ahora le gente venía restringiendo calidad de producto, migrando de la premium a la súper, por eso la demanda general se mantenía relativamente estable", explicó Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de Argentina (Cecha).

Gold destacó que en abril, un informe de Cecha ya registraba una transferencia de consumo de las naftas premium de mayor calidad a la súper, de menor calidad y precio, y el dato se repitió en los meses siguientes consolidando la tendencia.

"Hay que mirar los datos en contexto, la gente absorbió hasta agosto más de un 40% promedio de aumento de las naftas, pero solo en septiembre hubo tres subas que significaron un aumento por arriba del 10%, evidentemente el bolsillo no da más", agrega Gold al análisis del comportamiento de los consumidores.

En un rubro que cuenta con más de 60.000 empleados, los estacioneros alertan sobre la rentabilidad de negocio y advierten que muchas asociados ya se encuentran en el punto de equilibrio, es decir el límite entre la rentabilidad y la pérdida del negocio.

La petrolera YPF, que lideró el mercado con un 57% de las ventas de naftas, retrocedió un 4,1% el expendio de combustibles; Shell con un 20% de las ventas totales de naftas, retrocedió un 8,8%; mientras que Axion con un 15% de participación retrocedió un 4,6%.