Por FEDERICO FISCELLA

La foto que muestran los indicadores económicos argentinos puede sintetizarse en palabras de la vice jefa de Gabinete, Cecilia Todesca. En una entrevista televisiva expresó: “La economía tuvo una doble crisis y necesita una doble recuperación”. Lo hizo gráfico con el dato de recuperación de la industria a niveles de 2019, reconociendo que nadie quiere estar en niveles de un mal año como ese. Los programas de asistencia con eje en sostener la producción y el empleo tanto en la industria como en  la construcción son la causa de que en junio el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE)  se ubicara 10,8% arriba respecto de junio de 2020, a dos puntos de sus valores pre pandemia. Una marca excelente, pero muy heterogénea y desigual.

Un informe reciente de la consultora Ramos & Asociados muestra cómo el consumo de cemento logró recuperar niveles de 2019 alcanzando 6.5 millones de toneladas. La construcción fue un sector que tocó fondo por una política que hundió el gasto en obras en rutas y autopistas al 1% del PBI en 2019. Hoy este valor es el doble, siendo el 2.2% del PBI. Los borradores del nuevo proyecto de Presupuesto Nacional plantean continuidad en estas políticas intentando llevar el  gasto de capital  en obras al 3% del PBI, es decir los niveles que tenían en 2015. El informe de la consultora revela que el consumo de cemento se produjo principalmente  por el boom de obras de tipo hogareño. Que el nuevo presupuesto haga foco en la obra pública es una lúcida  decisión para tratar de tranquilizar la economía desde lo productivo y donde hay un déficit notorio.  

En cuanto al sector industrial, el último reporte del INDEC muestra un destacable crecimiento del 11,7% respecto a 2019. Otro de los sectores que había tocado fondo por cuatro años de mala praxis. La industria opera hoy en promedio al 60% de capacidad, mostrando sostenimiento en su recuperación y margen para seguir esa evolución sin necesidad inversiones inmediatas.

Lo que más le ha costado a la política económica este año es controlar los precios. La inflación de este año no permitió romper el círculo vicioso de deterioro del salario. Según la consultora R&A el consumo “se recupera respecto a 2020, pero sigue siendo más bajo que en 2019, el cual fue un año muy malo”.  El consumo explica el 70% del resultado económico argentino. La gestión anterior redujo el salario en dólares  a la mitad, sin embargo las políticas de sostenimiento durante la pandemia lograron mínimamente salvar empresas y  puestos de trabajo. La recuperación económica  se tiene que apoyar en esas empresas y trabajadores empleados. El control de los precios es cada vez más crítico para que el salario pueda ir acortando la distancia respecto de la inflación y del dólar.