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Los números dan cuenta de una crisis severa y sin signos de recuperación en el futuro cercano. En diciembre del año pasado, la industria automotriz trabajó al 25,6% de su capacidad, el porcentaje más bajo desde 2002.

Las ventas de vehículos 0km cayeron un 46% a fines de 2018. En enero, la producción nacional fue de 14.803 vehículos, un 27,7% menos que el mes anterior y un 32,3% en la comparación interanual. En el primer mes de 2019 se patentaron 59.844 autos, un 50,4% menos que en enero de 2018.

Las magras estadísticas se traducen desde principio de año en despidos y suspensiones. Casi todas las automotrices están achicando estructuras y readecuando sus modelos de negocios. La última en sumarse fue Fiat, con un anuncio de 2.000 suspensiones.

La cifra de trabajadores a los que les redujeron turnos y salarios asciende a 7.000. Si se le agregan los 1.500 despidos concretados en estos tres meses –el último golpe lo sufrieron los 500 operarios de la carrocería Metalpar--, la crisis del sector ya afecta al 10% de todos los trabajadores registrados que tiene la industria en el país, unos 85 mil según los registros del Sindicato de Mecanicos y Afines del Transporte Automotor (Smata).

Su titular, Ricardo Pignanelli, advirtió a principios de año que de profundizarse la recesión 15 mil fuentes laborales corren riesgo. Por el momento, la mayoría de las empresas apuestan a apagar algunos motores y a las suspensiones generalizadas.

Como si fuera poco, el freno de las automotrices impacta de lleno en el rubro de las autopartes y de las concesionarias. Una suspensión en una terminal afecta a cuatro puestos de trabajo en las industrias dependientes, según los cálculos de Smata.

En las concesionarias el panorama es “desolador”. Los directivos de la Asociación de Concesionarias de Automotores de la República Argentina (Acara) admiten que la mayoría de las plataformas trabajan hoy a pérdida. Más de cuarenta locales bajaron las persianas en los últimos meses. “Hay 15 mil empleos bajo amenaza”, admitió Ricardo Salomé, tesorero de la Asociación.

El listado de suspensiones

Son cinco las terminales automotrices que concretaron suspensiones de personal para bajar los niveles de fabricación. La última en sumarse fue la planta de Córdoba de Fiat. La parálisis incluye la suspensión de 2.000 operarios durante cuatro de los cinco días de la semana.

La francesa Renault suspendió esta semana a unos 1.500 empleados y paralizó su planta de producción, también en Córdoba. Anunció un “plan de contingencia” a causa de un gran stock que no está pudiendo colocar en el mercado por la notable baja en la demanda de vehículos.

La semana pasada fue el turno de la firma PSA –Peugeot y Citroën– que suspendió unos 1.000 trabajadores, sobre un total de 1.500, de su fábrica de la localidad de El Palomar. Allí se  fabrican las utilitarias Partner y Berlingo y los sedanes C4 Lounge, 308 y 408.

Los trabajadores afectados cobrarán el 75% de su sueldo de marzo. En principio, el freno a la producción es por el mes de marzo, aunque podría extenderse a abril si la demanda no se recupera.

La japonesa Honda también convalidó un proceso de “achique”. Las suspensiones –700 por el momento— comenzaron a regir desde el 25 de febrero para la producción de motos y autos en su planta de Campana, Buenos Aires.

En General Motors, en tanto, rige un acuerdo con Smata para operar con "suspensiones rotativas" para unos 1.400 empleados en su planta de Alvear hasta el 30 de abril. En la actualidad se trabaja con un solo turno.