Enero siempre fue difícil para los kiosqueros de la ciudad, pero este año la situación fue más crítica por las diferentes medidas que se tomaron a partir de la pandemia del coronavirus.

Con menos clientes por las restricciones en la circulación, y con los proveedores remarcando los precios al ritmo del aumento del combustible, los pequeños comerciantes comenzaron el 2021 desgastados. Además, en los locales barriales, la anulación de algunas paradas del Transporte Público de Pasajeros (TUP) complicó aún más la crisis en el sector.

"Arrancamos el año con bajas en las ventas por el aumento que hubo en la mayoría de los productos", indicó Marcos Difilippo, presidente de la Cámara de Kiosqueros y Afines de Rosario y la Región, en diálogo con RosarioPlus, y aclaró que el mes de enero siempre es difícil porque "la mayoría de los estudiantes vuelven a sus ciudades o se van de vacaciones".

En las últimas semanas, el precio de las cervezas se incrementó un 25% (acumulando un 51% desde noviembre) y el de las gaseosas un 15%. Estas subas no pueden ser absorbidas por los comerciantes y se trasladan directamente al costo final del producto, reduciendo su demanda. "Los grandes supermercados tienen un precio diferencial y se hace muy difícil para nosotros competir de esta forma", agregó el kiosquero.

Respecto a la modificación en el recorrido de algunas líneas del TUP, y la anulación de ciertas paradas, Difilippo comentó: "En el centro de la ciudad no incide en gran cantidad porque no han sacado todas las líneas de las paradas, hay menos cantidad de gente pero sigue habiendo movimiento. En los barrios, donde han quitado las paradas, afecta mucho a los comerciantes porque la gente que toma el colectivo, generalmente consume algo cuando va a cargar la tarjeta cerca del lugar donde pasa el colectivo".

Por último, el  presidente de la Cámara de Kiosqueros y Afines de Rosario y la Región anticipó que el retorno de los alumnos a las aulas dará un poco de oxígeno al rubro: "Pensamos que si las clases presenciales vuelven, así sea en grupos, se van a beneficiar tanto las cantinas como los kioscos que están cerca de las escuelas".

Según un relevamiento de la entidad, en Rosario hay 70 cantinas y kioscos escolares que desde noviembre de 2019 no tienen ingresos y siguen pagando los servicios e impuestos. El comienzo del ciclo lectivo 2021 podría sacarlos de la delicada situación que atraviesan desde hace tiempo.