El desenlace por la explotación de la hidrovía del río Paraná registró un nuevo aplazo. La licitación "corta" del dragado y mantenimiento provisorio tenía que definirse en enero, pero pasó para marzo, anunció la Administración General de Puertos (AGP). Y fuera de ese millonario negocio de 300 millones de dólares anuales por el cobro de peaje a los buques persisten en cuestionarle al Gobierno nacional la falta de decisión política de tomarlo a su cargo.

Luciano Arellano, autor del libro Argentina sangra por las barrancas del río Paraná, refuta el argumento de la incapacidad estatal para afrontar el dragado y mantenimiento de la hidrovía. "Es mentira que no tenemos dragas, ni conocimiento técnico, ni recursos. Desde 1898 tenemos patrimonio técnico, intelectual, estudios sobre el río. Es la base técnica que luego se usa para licitar. Nadie conoce mejor nuestros ríos que los propios argentinos", enfatizó en diálogo con Ariel Bulsicco por la Sí 98.9

Lo curioso, marcó Arellano, es que la principal draga que hoy opera sobre el río es del Estado nacional y está al servicio de la ex Jan de Nul, la firma que detenta la concesión desde 1995 y que ahora cambió el nombre por Sudamericana SA. "Tiene 5 dragas activas, y Argentina tiene 7", precisó Arellano.

"Nos preocupa el rumbo, que no es bueno. La hidrovía es una unidad hídrica de 3442 kilómetros, la más importante del mundo, transporta 127 millones de toneladas, entran 5000 buques cada año que se llevan la riqueza de Argentina, y de América del Sur", dijo. 

Quienes reclaman por la estatización de la hidrovía remarcan que Jan de Nul y Emepa han gozado de un subsidio de 180 millones de dólares en estos años, por lo que resultó un negocio sin riesgo. "Se mantiene el decreto 949/21 de matriz menemista: sistema de licitación, peaje y concesión, en 7 u 8 meses esto pasará en manos privadas extranjeras, a los belgas, hay una dinamarquesa y otra china. Se repartirán el negocio. Nosotros decimos que debe quedar en manos argentinas", resumió. 

"A los que sacan por la puerta los dejan entrar por la ventana", ironizó Arellano. 

El año pasado cada buque pagaba para usar la hidrovía un peaje de u$s3,06 por tonelada fiscalizada, que a un promedio estimado de casi 100 millones de toneladas anuales, conforma un negocio de unos u$s300 millones anuales, sin contar la comercialización de la arena extraída en el proceso de dragado que se comercializa para otros usos, según exponen análisis de expertos. 

Unas 38 millones de toneladas de granos salió el año pasado de los puertos del Gran Rosario, esto es el 67 por ciento del total de la cosecha argentina exportada.

Quienes están en carrera en esta licitación corta, y luego disputarán la concesión definitiva son CDS-Jan de Nul (Sudamericana), que tiene como principal antecedente el hecho de ser la empresa que se viene encargando del dragado de la hidrovía desde 1995. Luego, se encuentra la holandesa Boskalis, que tiene varios pergaminos a nivel internacional y una serie de contratos ganados para dragar canales y accesos portuarios en Argentina y Brasil. Otro en carrera es el consorcio integrado por las compañías belga Dredging International, la china CCCC Shangai Dredging y la local Servimagnus. Hay una cuarta, una UTE entre la danesa Rodhe Nielsen y la local Emepa S.A., piloteada por Gabriel Romero, un empresario afín a la UCR.

La nota completa de Arellano en Sí 98.9, acá:

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