El economista Hernán Lechter salió al cruce de los dichos del presidente Javier Milei acerca del destino de la industria nacional. “Si no se adaptan, van a quebrar”, llegó a decir el mandatario para asegurar que no habrá otra devaluación monetaria.

Pero Lechter, que dirige el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), replicó en redes sociales una serie de ejemplos que demuestran que en el plano empresario está ocurriendo otra cosa, ajena al vaticinio del jefe de Estado. Le llamó “la reconversión industrial de Milei, de norte a sur”.

  • El diario cordobés La Voz del Interior cerró su planta impresora para tercerizar la impresión de su versión en papel en la planta del diario El Litoral, en Santa Fe. La medida implicó el despido de 100 trabajadores, algunos con más de 20 años de antigüedad.
  • Desde Tucumán, se informó la crítica situación de la fábrica de camiones Scania, que paralizó su producción por una semana y afectó a 600 operarios. Hay alerta del sindicato ante versiones de despidos inminentes y el ofrecimiento de retiros voluntarios. 
  • Algo similar se registra en la planta de Topper, en la localidad tucumana de Aguilares. Viene de despedir a 23 empleados en el verano pasado, con el argumento de la baja en ventas como reflejo de la apertura de importaciones. Ahora decidió reducir los días de producción a 4 semanales, y negocia la manera de evitar nuevos despidos.
  • Por otra parte, la tradicional Papelera Tucumán despidió a 30 trabajadores.
  • En Zárate, Buenos Aires, la empresa química Clariant echó a 50 trabajadores, como desenlace de un proceso por el cual la conducción de la firma decidió reemplazar su producción local y pasar a importar sus productos desde Brasil.
  • Ni siquiera los unicornios del mundo empresario, esas estrellas que cotizan alto entre todas. Tal el caso de la tecnológica Globant, que resolvió cerrar oficinas en Tierra del Fuego y en Chaco, y proceder a despidos por goteo.
  • Algo similar se observa en Río Negro, donde la proveedora de arenas para fracking NRG abrió concurso de acreedores y procedió a otra tanda de despidos: 20 obreros esta vez, y van 200 en lo que va del año.
  • Por otra parte, el resumen de Lechter cita el caso de Kimberly-Clark, que comercializa marcas como Huggies, Kleenex, Scott y Cottonelle. La multinacional fabricante de insumos de higiene doméstica cerró su factoría sin aviso en el partido bonaerense de Pilar. Despidió a 220 empleados que tomaron la fábrica y procuran negociar una reactivación por su cuenta.