La pandemia fue un golpe de ko para el sector de la gastronomía que obligó a cerrar locales o a ajustarse tanto que aún se siguen pagando las deudas. La clásica cervecería El Gran Chopp sintió el golpe y cerró el local de Callao y Mendoza, pero su dueño cargó responsabilidades a los gobiernos más que a los efectos de la pandemia.

“Más de 17 años de trabajo sin parar a pesar de todas las trabas que la burocracia política ofrece para nuestro rubro. Hoy cerramos las puertas de Callao y Mendoza con todo el dolor que eso conlleva. Gracias a los políticos actuales y anteriores que hicieron lo imposible por ayudar a este cierre”, comienza Leonardo Santero, dueño de la firma y dirigente de la asociación del corredor gastronómico Paseo Pellegrini.

Además, confirmó que mantendrá el lugar insignia en Pellegrini y Presidente Roca, “el único local al público que vamos tener hasta que nos permitan, aunque se ve claramente que nos les interesa apoyar la actividad”. Santero se suma a las constantes críticas de los gastronómicos respecto a las restricciones impuestas durante la pandemia. 

“Seguiremos esperando que las cosas cambien de una vez por todas y está gente se ponga a trabajar en serio para las pymes Rosarinas. Por ahora solo te ven como un enemigo, sin dar nombres porque todo el tiempo pasan facturas ante la presión en redes sociales”.
 

El Gran Chopp