El gobierno nacional tiene en mente importar carne como forma de controlar los precios y así detener la marcha del mercado interno, que hoy experimenta una suba a partir de la quita de retenciones a la exportación y una reorientación de la oferta hacia el exterior, a riesgo de desabastecer las carnicerías. Desde el Ministerio de Agroindustria responsabilizaron al sistema productivo existente y a los especuladores que influyen en la conformación del precio de los bienes.

"Desapareció la oferta porque hay una actitud de especulación de un negocio; no vamos a permitir que haya escasez y si es necesario y alguien pide autorización para importar, lo vamos a hacer", dijo el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, en línea con lo que afirmó el miércoles la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti.

Aunque aclaró que no realizarán una importación “masiva” de productos porque “eso sería generar problemas al empleo argentino”.  Es por eso que adelantó que se sentarán con los supermercados, con la industria, con los sectores de la producción para consensuar un esquema de precios. “Quizás si incrementamos la oferta, los precios bajen en teoría”, señaló.

"Hay que entender que desgraciadamente hay un problema productivo muy complicado e inevitablemente había que tomar algunas decisiones como las que se tomaron y que tienen sus efectos, que trataremos que sean los menores", detalló.

Además, Buryaile sostuvo que "el argentino está cambiando su dieta, bajó el consumo de carne vacuna", y proyectó que con las últimas medidas del Gobierno nacional crecerá la producción ganadera: "Si gano plata voy a producir más, eso es uno más uno", concluyó.