El 2016 quedará grabado como el año en el que el consumo dejó de ser uno de los principales motores de la economía. Durante todo el 2015, los comercios minoristas gozaron de un consolidado crecimiento en las ventas. Pero a partir de enero la curva se revirtió. Once meses de caída y un retroceso anual que alcanza el 7,1%.

Así lo reflejan las últimas 24 mediciones que hizo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) sobre el ritmo de ventas en los comercios minoristas de todo el país. Mes a mes, esta entidad releva 1.350 comercios pequeños y medianos de la Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, y del interior, de los principales 20 rubros que concentran la venta minorista familiar.  El trabajo de campo se realiza exclusivamente en comercios chicos y medianos, localizados en calles y avenidas comerciales.

Desde diciembre de 2014 a diciembre de 2015 (13 meses) los resultados fueron siempre positivos para los comerciantes. La variación anual en cantidades vendidas osciló con crecimiento del 1,5% y 3,1%. Enero marcó el quiebre (-2,3%) que no se pudo revertir en todo el año.

En noviembre (última medición) las ventas cayeron un 8,5%. Se trató de uno de los peores meses del año, solo por debajo de junio (-9,8%) y mayo (-9,2).  Todos los rubros agudizaron el retroceso.

“La falta de poder adquisitivo fue notoria, como también los altos niveles de endeudamiento en las tarjetas que frenaron muchas ventas ya sea porque los límites no alcanzaron o simplemente por la necesidad de reducir los pasivos”, reza el informe de CAME.

Las caídas anuales más pronunciadas en noviembre ocurrieron en:  “Electrodomésticos y artículos electrónicos” (-15,2%); “Ferreterías” (-14,1%); “Materiales para la construcción” (-11,9%); “Textil e indumentaria” (-11,9%); “Bazar y regalos” (-11,4%); “Materiales eléctricos” (-10,8%); y “Textil–Blanco” (-10,7%).

La comparación con los números de noviembre del 2015 reflejan la fuerte pérdida de poder adquisitivo de las familias. En aquel entonces, 16 de los 20 rubros relevados arrojaron datos positivos: los electrodomésticos tuvieron un alza del 4,5%; los artículos de ferretería  un 1,4% y los materiales para la construcción un 1,8%, por dar algunos ejemplos.

El derrape del consumo alcanzó con fuerza a los alimentos y bebidas, rubros de primera necesidad que marcan el pulso de la economía. Las cantidades vendidas descendieron 2,9% anual frente al año pasado y acumulan una baja promedio de 2,7% en once meses del año.  En medio de la recesión, “los grandes supermercados lanzaron promociones muy agresivas que le quitaron muchas ventas a los almacenes de barrio”, explica CAME.

Otro sector muy castigado es el textil. Las cantidades vendidas tuvieron una baja anual muy fuerte de 11,9% y acumulan una tasa de caída promedio en el año de 8,0% en el año. Los precios más convenientes en mercados vecinos como Brasil, Chile y Paraguay y el aumento de compras por Internet de páginas internacionales “incidieron” en la tendencia desfavorable que muestran los comercios de ese rubro.

La Navidad tampoco trajo alegría

Ni la exención de Ganancias en el aguinaldo, el bono compensatorio a jubilados, el plus salarial asignado por el sector privado y el Ahora 18 lograron reactivar la economía durante las compras de Navidad. Las ventas fueron mejores de lo que se esperaba, aunque cayeron 2,1% respecto a la misma fecha del 2015.

“El comportamiento general de esta navidad fue de gastar y regalar, pero ahorrando todo lo posible. Eso implicó que aquellos comercios con promociones agresivas, tipo 2x1, 3x2, o 30%-40%-50% off, estaban llenos de gente, mientras que aquellos sin ofertas, vacíos”, señala CAME.

Los rubros más golpeados fueron “Electrodomésticos y art. Electrónicos” con una caída del 9,2%; “Indumentaria” (-3,6%), “Artículos deportivos” (-3,1%) y “Calzado” (-2,4).

“El ticket promedio se ubicó en $530 esta navidad, 23,2% por encima de 2015. Con una inflación anual que promedió el 40-43%, queda en evidencia que la venta en esta oportunidad obligó a muchos comercios a bajar precios y ceder rentabilidad a cambio de obtener liquidez y captar demanda”, concluye el informe.

Un año negro también para las pymes

La producción de las Pymes industriales cumplió 14 meses consecutivos en baja. En noviembre el retroceso fue del 5,5%. El dato surge de la Encuesta Mensual Industrial realizada por CAME entre 250 industrias Pymes del país.

Según esta planilla, en noviembre, el 69,2 % de las empresas relevadas finalizaron en baja. Si bien la proporción es elevada, se redujo sustancialmente desde octubre cuando las caídas afectaron al 75 % de las industrias de la muestra.

El 53% de las pymes mantienen una rentabilidad negativa (14,4 %) o nula (38,4 %). Las ramas con más caídas por sectores fueron: “Productos de caucho y plástico” (-9 %), “Calzado y marroquinería” (-8,9 %), “Papel, cartón, edición e impresión” (-8,8 %), “‘Minerales no metálicos” (-8,2 %), “Productos químicos” (-7,6 %), “Productos electro-mecánicos e informática” (-6,3 %), y “Productos de metal, maquinaria y equipo” (-6,1 %).