Esta semana los auditores forenses que investigan la empresa Vicentín en el marco del concurso de acreedores presentaron su cuarto informe al juez Fabian Lorenzini. En el mismo mencionan “una estrategia de omisiones y respuestas vagas” respecto de la información requerida que “torna más complejo, sino imposible, el análisis”.

El informe mantiene la sospecha de operaciones destinadas a la fuga de patrimonio, ocultamiento de deudas previo al stress financiero, y “alto riesgo de lavado de activos”.  

En noviembre del año pasado el Comité Provisorio de Control integrado por los 4 acreedores más importantes y los trabajadores de la concursada pidieron realizar una auditoria forense y así comenzó el trabajo de los auditores Arnaud Iribarne, Abelovich, Polano y Asociados, y Nexia y Deloitte, para constituir “un proceso investigativo financiero y contable orientado a detectar inconsistencias u omisiones, mediante el uso de técnicas específicas y a través de tecnologías informáticas confiables, que aseguran la trazabilidad de la información y la obtención de datos fidedignos".

Pero la tarea no es sencilla, y no es solo por el entramado de empresas que conforman el universo Vicentin, sino porque desde un comienzo los directivos de la empresa dificultaron el acceso a los datos necesarios para el análisis. Lo más resonante fue el retraso de más de un año en la presentación del último balance de la empresa, balance en el que debían explicar cómo pasaron de ser la 6 empresa exportadora de la Argentina a estar en stress financiero.

Pero no fue la única información que se hace difícil conseguir. Según los investigadores forenses “respecto de ciertas piezas de información clave, la respuesta viene siendo sistemáticamente elusiva. La falta de estas piezas – o del apoyo para interpretarlas – torna más complejo, sino imposible, el análisis de algunas cuestiones centrales que se vinculan con las causales de la cesación de pagos. Este camino, que se inició con el primer requerimiento de información de fecha 5 de noviembre de 2020, fue reforzado con reiteradas llamadas de seguimiento. Fue luego reiterado, respecto de aquellas piezas clave, en un Oficio que la Concursada contesta el 21 de febrero de 2021, dando continuidad a lo que parece, a esta altura, una estrategia de omisiones y respuestas vagas”

También enfatizan la necesidad de que “puedan tener lugar las entrevistas con el más alto nivel gerencial, para entender las razones del estado de cesación de pagos, el tratamiento contable otorgado a las operaciones que se realizan entre compañías del Grupo Económico, entre otros”

La negativa a brindar información también se relaciona con los resultados que desde el principio dio la investigación de los forenses que aparece en el concurso como el contrapeso de la sindicatura que repite los argumentos de la misma empresa.

Entre las conclusiones parciales del informe elaborado con la información que sí brindó la empresa los auditores forenses volvieron a reiterar, como en anteriores informes, que la firma no registraba como deudas el enorme volumen de operaciones a fijar, lo que ayuda a comprender cómo fue que se registró su estrepitosa caída. Es que según sus propios números, la compañía redujo su patrimonio en 900 millones de dólares en apenas tres meses.

“Teniendo en cuenta la explicación de la Concursada, se realizó un análisis de los últimos tres meses de los últimos dos ejercicios anuales, donde observamos que durante los meses de agosto a octubre de 2019 las fijaciones de precio en toneladas tuvieron un incremento del 121% respecto del mismo período del año anterior….Esto representa un incremento del 242% en USD respecto del mismo período del año anterior…esto puede presumir que los contratos con precio a fijar a julio 2019 ascenderían a un total de USD 636,1 millones, los cuales no se encontraran registrados como pasivos comerciales al cierre del trimestral”, explica el informe. 

La omisión del registro de esas “deudas comerciales” con los productores no son un detalle pues permitían que Vicentin muestre a los bancos internacionales una situación financiera que no tenía para poder recibir nuevo créditos.

El otro punto analizado es el entramado societario de Vicentín que hoy hacen difícil seguir la ruta de los fondos y créditos y que se especula fue el camino elegido por la empresa santafesina para ir diluyendo una parte de sus activos para que queden lejos del alcance de los acreedores.

“Entre 2014 y 2017, se produjo una reorganización del grupo de compañías controladas por las familias controlantes de Vicentín, la cual consistió en separar el negocio “Core” o "principal" de procesamiento y comercialización de granos que opera Vicentín S.A.I.C. respecto de aquellos negocios “Non-Core” o "secundarios" correspondientes al sector cárnico, frigorífico, lácteo, vitivinícola y otros”, explican los auditores.

Incluso el informe sigue la línea investigativa de que esas empresas “relacionadas” eran utilizadas para conseguir créditos que se derivaban a la “empresa madre”

“Cuando Vicentin necesitaba fondos, recurría a personas jurídicas relacionadas que tenían un crédito abierto que la propia Vicentin afianzaba. En definitiva, se observa un posible manejo centralizado de los fondos desde la tesorería de la Concursada. Algunas empresas Non-Core parecen cumplir una doble función de proveedores de bienes o servicios, mientras que al mismo tiempo funcionarían como prestamistas de unos créditos tomados con terceras entidades (de los cuales la misma Concursada resultaba garante)”, afirma el cuarto informe.

Para tomar dimensión de estas transacciones basta el dato de que “durante enero de 2017 a febrero de 2020, más de u$s 1.000 M salieron de la concursada hacia cuentas de las empresas non-core, posiblemente como parte del entramado financiero

Finalmente los investigadores forenses explican que hay indicios que deben investigarse sobre el destino de diversos fondos de la empresa como el préstamo al directivo de la empresa Roberto Gazze por $44 millones, o el destino de los fondos de la venta de la participación en Renova, que en parte se habrían percibido en Vicentin Uruguay pero no habrían sido transferidas a Vicentín S.A.I.C. 

El juez Lorenzini intimó nuevamente a la empresa a brindar la información solicitada “bajo apercibimiento de considerar la negativa como falta de colaboración concursal”.