La advertencia del sector hotelero y gastronómico de Rosario de no pagar más impuestos porque la crisis pandémica lo acorrala mientras espera la ayuda estatal sonó a rebelión fiscal. También pareció presionar a las autoridades provinciales que encendieron las alarmas recaudadoras y terminaron apurando desde la Casa Gris la firma de un decreto que depara una asistencia equivalente a 3000 millones de pesos para sectores perjudicados por las restricciones.

"El sector gastronómico de Rosario anuncia que se encuentra imposibilitado de abonar impuestos y servicios. En consecuencia, en tanto no se destine al sector una ayuda económica efectiva, los bares y restaurantes de la ciudad no podrán pagar los tributos aplicados a la actividad", anunció la Asociación de Empresas Hoteleras y Gastronómicas de Rosario (AEHGAR).

En representación del Gobierno provincial salió al cruce el ministro de Producción, Daniel Costamagna, aunque sin demasiada estridencia. Sostuvo que “no hay lugar para confrontaciones”, y que “hay que acompañar y trabajar juntos”.

"Siempre hemos acompañado, la Provincia desembolsó hasta ahora $ 1400 millones en aportes directos en el último año, otros 500 millones en créditos a tasa 0, y tarifarios e impositivos. Hay una fuerte convicción de acompañar a estos sectores que son los más afectados. El esfuerzo que hace la Provincia es muy grande ", sostuvo Costamagna en Sí 98.9.

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