Con la reapertura de los casinos de Santa Fe, Melincué y Rosario este viernes más de 2.200 personas regresaron a sus puestos de trabajo. Los complejos permanecieron cerrados durante casi nueve meses en cumplimiento de las medidas de aislamiento establecidas en el marco de la pandemia por Covid-19.

Con estrictos protocolos, reabrieron  sus puertas los casinos oficiales bajo indicación de respetar obligatoriamente el uso de tapabocas en todo momento.

Asimismo, se implementan los controles de temperatura, sanitización de calzados y manos en los ingresos como así también el registro de datos de clientes para garantizar la trazabilidad. En tanto las instalaciones han sido adaptadas para asegurar  el cumplimiento de los protocolos establecidos con los dos metros de distanciamiento y la desinfección de todos los puntos de contacto.

La apertura se atiene a todas las reglamentaciones definidas por Lotería Santa Fe y aprobadas por el Ministerio de Salud y de Trabajo de la Provincia, a través de los protocolos correspondientes.

El año de la pandemia generó pérdidas millonarias para el sector. Según fuentes provinciales, fueron más de 1.500 millones de pesos los distribuidos por casinos en 2019 en concepto de Canon, a lo que deben sumarse la pérdida de otros impuestos provinciales, municipales y nacionales, situación que afectó el corriente año al permanecer inactivas las salas. 

En paralelo a la ausencia de casinos oficiales proliferaron las casas de juego clandestino, lo que  tiene consecuencias directas en la recaudación oficial y afecta la distribución de utilidades y el canon cobrado a casinos que mensualmente se destinan con aportes concretos a los distintos ministerios de la provincia de Santa Fe, municipalidades y comunas.

También otros sectores que dependen de los casinos sintieron el impacto. El cierre de las salas oficiales ocasionó serios perjuicios a actividades asociadas como la gastronomía y otros servicios.