Carniceros y la caída del consumo: "Se vende como si fuera fin de mes"
Las carnicerías de Rosario reflejan el deterioro del poder adquisitivo popular. Cambios de hábito y migración hacia carnes alternativas a la vacuna.
El poder adquisitivo de los trabajadores sigue por el piso y los comercios rosarinos empiezan a notar la falta de dinero en el bolsillo. Desde la Sociedad de Carniceros de Rosario advirtieron que en mayo el consumo se vino a pique y se registraron ventas “como en las últimas semanas del mes”.
“A pesar de que la carne está igual, porque nadie quiere aumentar, el problema es el poder adquisitivo de la gente”, afirmó Juan Ramos, presidente de la entidad, en diálogo con Rosario Plus. “En mayo estamos viendo que las primeras dos semanas se movieron como si fueran las últimas del mes. Se está notando la retracción del consumo”, comentó el comerciante.
Respecto de la calidad del consumo, el carnicero identificó un cambio de hábito en los rosarinos: "Es otra era de consumo porque la gente busca variantes en el cerdo, pollo y lo elaborado. El que consumía pulpa o nalga se vuelca por algo más económico. Los que estamos en los mostradores vemos estos cambios”.
Según indicó el referente de la Sociedad de Carniceros de Rosario, algunos cortes como el brazuelo, la palomita, marucha, tapa de asado y el chingolo eran opciones “que antes costaban un poco más venderla, había que sacarla en ofertas”, pero hoy se utilizan para "disfrazar" el asado.
Respecto de la situación del sector, Ramos aclaró que no hay cierre de locales pero se hace cada vez más difícil mantener el negocio. “Tener abierto un negocio es muy caro”, apuntó y remarcó que los gastos fijos son elevados y, con la caída de las ventas, se hace cada vez más difícil tener un margen de rentabilidad.
“La media res carne vacuna sale entre 600 y 700 mil pesos, el cajón de pollo cerca de 60 mil; son montos muy importantes que después hay que recuperar”, describió el carnicero.
“Llevo tantos años, pasando por todos los procesos del país, y siempre el consumo, de una manera u otra, se vendía, pero ahora es lo que dice el bolsillo”, concluyó Ramos.