La crisis en Cargill, que ya lleva varias semanas, sumó tensión a su conflicto gremial con una decisión esta mañana de jueves que el sindicato aceitero interpretó como un lock out patronal. Este jueves, cuando los trabajadores intentaron ingresar a la planta de Villa Gobernador Gálvez a realizar sus tareas como cada mañana, se encontraron con las puertas cerradas y con un cartel que anunciaba el fin de las actividades de dicho establecimiento.

En declaraciones por Sí 98.9 Sergio Díaz, secretarios de prensa del gremio de aceiteros, especificó que "la notificación de la empresa decía que 'se suspenden las operaciones en este establecimiento, y consecuentemente la prestación laboral sin goce de haberes a partir de las 06:00 hs del 05/04/2018' a lo que sumaba una justificación extraña".

El secretario amplió que "Cargill sostiene que no están dadas las condiciones necesarias de seguridad - física de las personas, equipos, instalaciones y procesos. Lo cual es claramente una excusa para no abrirle las puertas a los trabajadores".

"Nosotros somos trabajadores siempre nos expresamos en el marco de la legalidad", planteó en ese sentido y en relación a una posible situación económica crítica de la multinacional aseguró que "para nada es así ya que tiene ganancias exorbitantes".

"No sólo despide arbitrariamente sino que ahora realiza un lockout patronal e impide el ingreso de los trabajadores", concluyó Díaz. 

La crisis en la multinacional se desató a fines de enero cuando se anunciaron 44 despidos, aunque finalmente fueron 33 (11 operarios aceptaron retiros voluntarios). La intervención del Ministerio de Trabajo de Santa Fe derivó en una conciliación obligatoria, pero vencido el plazo Cargill avanzó con las cesantías y el gremio avanzaba con un plan de lucha. Este anuncio plantea un escenario aún más desfavorable para los trabajadores.