El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, reunieron a los dos eslabones de la cadena de valor alimenticia: a los productores nucleados en la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y a la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) para tratar de identificar al enemigo en la guerra contra la inflación que lanzó el viernes pasado el presidente Alberto Fernández.

"Así como se dice que la patria es el otro, hoy en la reunión parecía que el remarcador es el otro", se quejó Kulfas luego de la reunión respecto a la responsabilidad sobre el aumento elevado de precios que ocurrió la semana pasada. "Algunos supermercados culpaban a la industria por las subas mayores al 20% en una semana. Otros a los fraccionadores, los distribuidores, a los almacenes de barrio. Vamos a esperar 24 horas para que esto se aclare", aclaró.

Lo cierto es que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo que se conocerá en abril preocupa cada vez más al Gobierno porque superaría el 5%. Ante esto anunció medidas concretas. Uno es el fideicomiso para estabilizar el precio del trigo para que los productos finales de esta cadena, como el pan o los fideos, vuelvan a tener los precios de febrero.

También exigió a los supermercados que los aumentos "injustificados" se retrotraigan y que los productos de consumo masivo vuelvan a los precios de entre el 8 y 10 de marzo. Sino podría aplicarse la ley de abastecimiento con multas económicas de hasta 10 millones de pesos; clausuras parciales del comercio o inhabilitación al mercado de créditos.