Como forma de cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) para lograr un adelanto financiero, el gobierno nacional anunció un nuevo paquete de ajuste. Una de las medidas que más afectarán a las provincias es la eliminación de los subsidios al transporte, noticia que cayó como una bomba en el corazón de la administración socialista tanto en la Provincia como en Rosario.

Es que Nación deslizó que esas erogaciones las intentará traspasar a las provincias y de por sí, imaginar aguantar semejante caudal de recursos asusta a los funcionarios. Según el ministro de Economía, Gonzalo Saglione, Santa Fe recibe 2.300 millones de pesos al año de subsidios al transporte de pasajeros, a lo que se le suma la compensación de Nación del precio diferencial del gasoil por unos 600 millones. Es decir, se ponen en juego unos 3.000 millones de pesos.

“Imposibles de absorber por las administraciones provinciales”, se sinceró Saglione. Por su parte, el ministro de Aguas y Transporte, José León Garibay, dimensionó la pérdida: representa un 50% del costo de la tarifa del transporte urbano, o sea si no aparece una solución, le va a impactar en un aumento entre un 80 o 90 % de la tarifa.

“Trasladarlo directo a la tarifa es un impacto muy importante. Nosotros desde la Provincia no tenemos los recursos previstos para esto, ni la potestad”, opinó Garibay.  

En tanto la secretaria de Movilidad de Rosario, Mónica Alvarado, sostuvo que el impacto es “gravísimo” porque el sistema de transporte dejará de recibir unos 80 millones de pesos mensuales. “Para ponerlo en números redondos, Nación aportaba 8 pesos cada vez que se cancela un viaje (de 15 pesos)”, afirmó.

Vale recordar que el domingo pasado la tarifa de colectivos en Rosario pasó a costar $16,80 pesos y en octubre subirá a $18,28 sin contar con la devaluación del jueves pasado ni con lo que suceda a partir de los anuncios del presidente Mauricio Macri.