Cuatro bailarinas, cuatro dioses africanos llegados a Brasil y mucho de la cultura argenta crean un interesante diálogo visual y sonoro en aSombra, la performance de danza y percusión que se presenta este fin de semana en Rosario.

“Estos orixás africanos, que son el mar, la tierra, el guerrero y la fiesta, son la base para crear una composición en la que tomamos lo que nos une y bailamos sus danzas a partir de lo que cada uno de nuestros cuerpos tiene que decir desde su lugar” explica María Laura Corvalán, bailarina del espectáculo, a RosarioPlus.com.

Y así, la percusión típica de los países africanos se mezcla con las milongas, las coplas y el tango para crear un show que interpela al espectador desde los cuerpos acercándole culturas y sonidos a los que no está acostumbrado, y cuestiones que abarcan desde la maternidad y las Madres de Plaza de Mayo hasta la peste o la forma de vida en el norte del país.

“Llevamos diez años trabajando en Rosario con este estilo, pero es difícil que llegue al público”, cuenta Corvalán. “Esta vez apostamos por desarrollar un diálogo con la comunidad a través de un hecho estético diferente, y por eso creamos aSombra, que es la primera obra donde damos un salto cualitativo”, añade.

Es que en esta performance la compañía contó con dos músicos para componer en conjunto el aspecto sonoro, y decidió darle la batuta a una directora distinta, Virginia Brauchli, con el fin de aprovechar su visión externa para llegar a una audiencia más amplia.

“No entramos en ninguna categoría conocida, por eso nos ha costado mucho hacernos un hueco”, señala la bailarina, que enfatiza que toda la producción de esta obra de danza es independiente y “a puro pulmón”.

La propuesta aSombra podrá verse este sábado a las 21 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC, Paseo de las artes y el río), y ya cuenta con dos fechas más de representación en agosto: el 13 en la Plataforma Lavardén y el 15 en La sonrisa de Beckett.