El 2016 fue un gran año para los fanáticos de una de las historias más populares de las últimas décadas. Primero se anunció la salida de un octavo libro, en formato de obra de teatro, el esperado "Harry Potter and the Cursed Child". Entre junio y julio, se estrenó la correspondiente obra en el Palace Theatre de Londres y se puso a la venta el libro, que, a pesar de estar publicado sólo en inglés, se agotó en todo el mundo. 

Con el revival de furor por la historia de Harry, los estudios Warner, que llevaron adelante toda la franquicia en el cine (las ocho películas), empezaron a hacer números y los rumores no tardaron en circular. Hasta empezó a comentarse que, en caso de haber una nueva entrega, podría tratarse de una trilogía entera basada en "... the Cursed Child". Pero hay un problema: el último libro cuenta la historia de Harry y compañía... 20 años después del final conocido, por lo que sería bastante difícil contar con el mismo y querido elenco de toda la saga. A menos que hagan la película dentro de otros quince años.

Además, los mismos actores no parecen estar muy interesados a priori en volver al mundo mágico. El mismísimo Daniel Radcliffe (que interpretó a Harry durante 10 años) dijo públicamente que prefiere "tomar distancia" de esos rumores y de la posibilidad de volver a ponerse en la piel del mago. "Dependería mucho del guión. Tendrían que ser circunstancias realmente del guión. Pero seguramente eso mismo dijo Harrison Ford sobre Han Solo y ahí lo tienen", declaró el actor, coqueteando con la incertidumbre.

Si bien algunas fuentes oficiales de Warner salieron a desmentir el hecho de que estuvieran trabajando en una secuela (prevista para 2020), hay quienes afirman que se trata de una operación secreta. Habrá que esperar para saber.