El Senado de Brasil aprobó esta mañana la realización del  juicio político a la presidenta Dilma Rousseff, quien este mismo jueves dejará el gobierno en manos del vicepresidente Michel Temer por hasta 180 días, el plazo máximo que tendrá la Cámara alta para llevar adelante el proceso y concluir si la destituye.

Votaron a favor de juzgar a la mandataria 55 senadores y 22 en contra (tres estuvieron ausentes y el presidente del cuerpo no votó), al cabo de una sesión que duró más de 20 horas y en la que hicieron uso de la palabra 71 de los 81 miembros totales de la cámara alta.

Michel Temer, quien la va a sustituir de forma interina, ha previsto presentar hoy a su gabinete y ha adelantado que lo había definido "casi" por completo.

Las acusaciones contra Rousseff se fundamentan en unas maniobras fiscales irregulares en las que el Gobierno incurrió en 2014 y 2015 a fin de maquillar sus resultados, que incluyeron la omisión de multimillonarias deudas con la banca pública.