El rebenque parece haberle funcionado al presidente Mauricio Macri en la provincia de Santa Fe. El tono, los gestos, las fotos, son muy otras cuando los funcionarios nacionales se encuentran con el gobernador Miguel Lifschitz aquí en la provincia y también en la Casa Rosada.

De la tirantez de principios de enero, cuando empezaron los primeros chispazos y desconfianzas por la caricaturesca captura de los prófugos liderados por los hermanos Lanatta; pasando por las caras de pocos amigos con la ministra Bullrich por la llegada de las fuerzas federales a Rosario, más la declaración del propio Macri al caracterizar a Lifschitz como el gobernador que “menos colabora con el gobierno nacional”; todos parecen haber recorrido un largo camino.

Particularmente el cambio comenzó a ser notorio de la mano del último y sorpresivo encuentro a solas entre Macri y Lifschitz en Olivos del cual poco y nada trascendió a la prensa. Pero desde ahí la relación fue diferente hasta llegar a la adhesión al Blanqueo de Capitales de parte de la provincia de Santa Fe. Una decisión política que se da de bruces con las investigaciones ligadas a las acciones de lavado de activos provenientes del narcotráfico y otras actividades que generan dinero negro. Un mensaje a todas luces contradictorio de cara a la sociedad, pero que refleja un signo de obediencia al gobierno nacional que necesita mostrar respaldo en un tema que ya es un rotundo fracaso en cuando a los montos que lograron blanquearse, muy por debajo de las expectativas oficiales.

Los socialistas, que habían votado en contra del blanqueo en la Cámara de Diputados de la Nación, debieron justificar esta semana porqué lo hacían a favor aquí en la provincia.

Los diputados opositores Héctor Cavallero y Carlos Del Frade fueron los más vehementes a la hora de criticar la adhesión santafesina. El legislador del Frente Social y Popular no tardó en comparar la situación con la megacausa que investiga estafas inmobiliarias y lavado de activos: "Si no vamos contra los delincuentes de guante blanco, el día del arquero tendremos seguridad en los barrios. Todo este dinero se lava en bancos del centro, en casas de turismo que son casas de cambio y es ahi donde se alimenta la desesperación del barrio porque no le dan laburo a la gente", dijo De Frade a Sí 98.9 y agregó que era "obscena" la propuesta del blanqueo por considerar que "se premia a los que concentraron riqueza, de forma legal o ilegal, mientras que a la gente del pueblo se le hace difícil empatarle a fin de mes, no solo el sueldo quedó chico sino que los impuestos son altos".

Pero Lifschitz, como la CGT, miran los números y miran el consenso social que aún tiene el gobierno nacional a la hora de tomar sus propias decisiones. Una encuesta confiable reciente revela que el 54 por ciento de los argentinos aprueba la gestión de Macri, mientras que un 45,2 la desaprueba. Y también el muestreo indica que la imagen positiva del presidente ronda el 53,1 por ciento, sólo detrás de María Eugenia Vidal, Margarita Stolbizer y Lilita Carrió. Son sólo números, pero los dirigentes los observan día a día junto con el desayuno.