Anoche, no había euforia en Rosario. Al Monumento llegaron pocas personas vivando a Macri. Esto no quiere decir que no haya tenido apoyo en las urnas -eso está a la vista- sino que la adhesión al candidato de Cambiemos expresó precisamente eso: la necesidad de sacarle pasión a la política en la creencia de que así es posible solucionar los conflictos que debe afrontar un país. Allí es posible rastrear la raíz del cambio, la ingenua sensación de la no política que fue ratificada sobre la tarima de Costa Salguero por el propio Macri que repitió los mismos slogans de campaña y no expresó ninguna certeza para Argentina.

La formidable maquinaria publicitaria montada por Durán Barba fue efectiva y reemplazó a la política. Así se construye un candidato y una fuerza política, pero no un gobierno. Una gestión requiere de hombres y mujeres comprometidos con una tarea que se trata -precisamente- del conflicto constante. Ese que el kirchnerismo expuso de manera descarnada y que terminó por resultar indigerible para la mayor parte del electorado que no quería tanta política explícita, tanta verdad junta.  En Santa Fe, claramente, ya se había visto un mapa del PRO que abarcaba desde el 25 de octubre último, la mayor parte de la región oeste del territorio, la que se recuesta sobre Córdoba y que tiene una fuerte raíz agropecuaria. Más allá de las razones obvias, del quiebre con el gobierno por el conflicto de las retenciones en 2008; esa herida jamás volvió a cerrarse. Por un lado porque muchos actores del sector agropecuario tenían dificultades para aumentar su rentabilidad, pero por otro lado porque había calado hondo en muchos de ellos esta cuestión de que debía haber un cambio de timón.

Los intereses sectoriales no alcanzan a explicarlo todo. Hay casos muy emblemáticos en Santa Fe como la localidad de Las Parejas, que pasó de ser un páramo de desocupación en los '90 a un territorio florenciente para la industria ligada al campo y con escasísima desocupación. O en Cañada de Gómez que en donde en los '90 cortaban la ruta protestando por el desempleo hoy hay un parque industrial con 40 empresas del sector mueblero. Son casos contundentes en los que sin embargo no pudo hacer pie el Frente para la Victoria en estas elecciones.

Claramente la mayor porción del electorado creyó firmemente cuando le dijeron que no iban a tocar ninguna de sus conquistas, si no, es difícil explicar cómo recientes beneficiarios del plan Procrear -que accedieron por primera a vez a un crédito barato para construir su vivienda-, votaron por Macri.