La renuncia de Gerardo Martino a la Selección Argentina no causó demasiada sorpresa. El desorden en AFA que ya había hecho patalear a Messi, ahora se llevó puesto a un entrenador que cuenta con el respaldo de la estadística, pese a que se le escaparon dos finales.

La era del Tata comenzó oficialmente el 3 de septiembre de 2014, hace menos de dos años. Entonces fue victoria 4 a 2 sobre Alemania en un amistoso que se disputó en Düsseldorf, en una especia de revancha post Brasil y con la base de jugadores que habían disputado la Copa del Mundo.

En total fueron 29 partidos dirigidos, de los cuales Martino ganó 20 (68,9%), empató 4 y perdió 5, si se cuentan como derrotas a las dos finales ante Chile, que en el tiempo reglamentario culminaron en igualdad. Con el Tata al frente, en los 90 minutos la albiceleste apenas cayó ante Brasil, Ecuador y Portugal.

Al ex entrenador de Newell’s también lo respaldaba la racha. Hasta la final de la Copa Centenario Argentina llegó a acumular nueve victorias en fila, hecho que no se daba desde 2010, cuando el DT era Diego Maradona.

En cuanto a la cosecha de goles, los guarismos también le hacen un guiño al renunciante Martino. En los 29 encuentros dirigidos por el Tata Argentina acumuló 66 tantos (2,3 por partido), y recibió apenas 18 (0,6 por choque).

Los números del Tata fueron superiores a los de Alejandro Sabella, que tantos elogios cosechó tras el subcampeonato en Brasil. “Pachorra” triunfó en 26 de los 41 encuentros dirigidos, es decir, obtuvo un 63% de eficacia.