Europa ya no sabe cómo contrarrestar la crisis y en el suroeste del Viejo Continente ya se acude a métodos poco convencionales. Hace años que se ven peluches colgados de las puertas que, según dicen, evaden el mal de ojo.

Los muñecos que se balancean suavemente con el viento, están deformes y han perdido sus llamativos colores por los efectos del sol y la lluvia.

A los conejos de peluche se los cuelga por las orejas, mientras que a muñecos de mayor envergadura se los ata con alambre. Por Albania se ven por todos lados peluches colgando en casas y negocios.

En albanés se los llama "majmune", que significa literalmente "monos" y se usa para cualquier muñeco suave. Al parecer la tradición de usar peluches contra el mal de ojo comenzó con la caída del régimen comunista, acudiendo a ciertas macumbas para combatir los efectos de un capitalismo salvaje.

"Si tienes algo bonito, otros te lo van a querer quitar", explican los ciudadanos albanenses. "Si el mal de ojo ve incluso una piedra bonita, la va a querer partir", agregan. Y los más convencidos dicen que los majmune tienen el poder de “hacer que el diablo no vea nuestro dinero".