El superclásico acababa de explotar: los jugadores de River se retorcían del ardor, los hinchas bramaban, el árbitro dudaba, y los cuerpos técnicos trataban de poner calma al caos. Cuando apareció en escena el presidente de River, le agregó mayor revuelo a la situación.

Es que el técnico de Boca, Rodolfo Arruabarrena, venía mostrando sus intenciones de calmar la situación. Hasta que vio a Rodolfo D’Onofrio. Y como si hubiese visto al mismísimo diablo en persona se sacó. El miércoles, en una dura conferencia de prensa, el técnico comentó que hubo una frase que le produjo esa reacción, aunque no dio detalles.

Pero el que sí lo hizo fue D’Onofrio, quien aseguró que cuando estaba en el palco, un amigo oftalmólogo lo llamó y le recomendó que se acerque a ver la situación de los jugadores.

La imagen del dirigente ingresando al trote al campo de juego, mientras más de 40 mil personas lo insultaba, quedará en el recuerdo. Según comentó, se dirigía a hablar con el veedor de Conmebol pero Arruabarrena y su asistente Diego Markic le dijeron que no tenía nada que hacer allí y que “no se le ocurra suspender el partido".

Y vino la frase mortal: “Voy a hablar con los dueños del circo y no con los monos".

“Sin ánimo de ofender, le dije que en todo caso iba a hablar con los dueños del circo y no con los monos", con lo que Arruabarena estalló e incluso lo quiso trompear.