Este lunes a la madrugada, otro taxista fue detenido en Rosario con alcohol en la sangre. Sí, el séptimo caso en lo que va del año, en apenas dos meses. ¿Por qué se detectan cada vez más casos de choferes alcoholizados? ¿Cuál es la postura del municipio al respecto? ¿Qué dicen peones de taxi y titulares de licencia?

El nuevo episodio se registró este lunes, cerca de las 4.30,  en San Martín y Muñoz. La Guardia Urbana fue la primera en actuar: solicitó la colaboración de la Dirección de Tránsito para realizarle un test de alcoholemia. El resultado, positivo: 1,75. Mucho alcohol en sangre. Para los conductores de servicios públicos, se exigen tengan 0. De yapa, el conductor tenía un arma de fuego, así que terminó siendo arrestado por efectivos del Comando Radioeléctrico.

En dos meses de 2015 ya son siete los taxistas registrados con alcoholemia positiva, cuando el total de alcoholizados en 2014 fue de doce, pero aún faltan diez meses para que concluya el año con lo cual el panorama es sombrío. 

Rosarioplus.com se propuso investigar por qué se da este fenómeno y qué opinan los actores involucrados, en un intento por analizar una posible solución al problema, que va más allá del chofer porque involucra no solo a sus pasajeros sino a cualquiera que esté en la calle, sea conductor o peatón. 

Desde la Secretaría de Control argumentan que no hay más taxistas alcoholizados sino que se multiplicaron los controles, pero titulares de licencias dicen haber denunciado la situación hace años y que desde el gobierno local “se lavaban las manos”. Por su parte, los peones dicen haber ignorado este flagelo hasta ahora, porque son tantos los casos que ya no se puede mirar para otro lado.

En números, la problemática es impactante. Si bien en 2014 fueron doce casos y se presume que en 2015 serán mucho más, en 2012 fueron apenas cuatro los taxistas detectados y en 2013 otros dos con niveles de alcohol positivo. Pero el secretario de Control y Convivencia Ciudadana Pablo Seghezzo relativiza las cifras y adujo que el incremento "no responde a otro motivo que no sea el aumento de los controles y la puesta en marcha del 147, número para realizar reclamos en torno a la movilidad”.

En el año y tres meses que lleva en funcionamiento la Secretaría de Control, Seghezzo remarcó que se multiplicaron los controles, no sólo de taxis, sino de todo tipo de motovehículos. Y sostiene que ante las denuncias, “en el Centro de Monitoreo moderno podemos realizar el seguimiento individualizado de cada unidad, y permite poder dar respuesta inmediata ante estas situaciones".

El representante de los peones de taxis de Rosario, Horacio Boix, tiene otra postura. Manifestó que están “sorprendidos”. Sostiene: “Ignorábamos este problema, que es grave y hay que corregir”. Si bien consideró un factor a tener en cuenta el hecho de que hay más controles, remarcó también que podría darse “por el estrés que viven los taxistas en la calle”.

Boix detalló que desde el sindicato se viene observando este panorama delicado, y apuntó una posible solución: “Que la Secretaría de Servicios Públicos haga exámenes psicofísicos semestrales o anuales a cada taxista, para corregir o inhabilitar al taxista que tenga esta enfermedad”.

Por su parte, el titular de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes, Mario Cesca, dijo a Rosarioplus.com: “Hace dos o tres años venimos denunciando que había conductores alcoholizados, pero la Secretaría de Control se lavaba las manos, y ahora que hacen más controles dicen que es mérito de ellos, pero es nuestra porque lo venimos denunciando”.

Según indica Cesca, el año pasado los titulares tuvieron avisos de usuarios sobre varios choferes alcoholizados, “y avisamos al Sindicato de Peones, y con ellos fuimos a la Secretaría de Control a denunciarlo”.