Jonathan Herrera murió este domingo en la zona de bulevar Seguí y Ayacucho al quedar en medio de una balacera entre la policía y un delincuente. Adrián Spelta, encargado de la fiscalía de Homicidios Dolosos, continuará con las investigaciones sobre el hecho, fueron demorados nueve policías que participaron del hecho. 

En la tarde del domingo, un joven robó una juguetería de San Martín al 3500, al recibir la denuncia por parte de una empleada del comercio, los trabajadores del Comando Radioeléctrico acudieron al lugar y comenzaron a seguir al asaltante. Cuando la patrulla estaba cerca del asaltante, una dotación de al menos cuatro efectivos de la Policía de Acción Táctica (PAT) bajó de un furgón y, según testigos, empezó con una balacera contra el delincuente. Uno de los proyectiles disparados le dio en la cabeza a un muchacho de 23 años que lavaba un auto en la puerta de su casa, en Ayacucho y bulevar Seguí. El impacto causó la muerte de Jonathan Herrera.

El joven perseguido descartó su moto en Juan Manuel de Rosas y continuó corriendo en dirección al río. Cuando llegó a Ayacucho, pasaba por el lugar un furgón de la PAT, que estaban afectados a tareas preventivas por el operativo del Dakar. Al detectar corriendo al joven con el patrullero detrás cuatro efectivos bajaron y en apariencia empezaron a dispararle con sus armas reglamentarias. Según tres testigos el joven de la moto también hacía disparos.

Los vecinos, indignados con el accionar policial, se acercaron a la bocacalle donde estaban los móviles y emprendieron a pedradas, se cree que también hicieron disparos con proyectiles de plomo, contra el sector donde estaban concentrados los policías. La lluvia de proyectiles que se abatía sobre el lugar fue replicada por los policías con disparos de munición de posta de goma. 

El ladrón que dio inicio a la persecución, de 17 años, terminó herido con una fractura expuesta en una pierna producto de un disparo, detenido a disposición de la jueza de menores en turno. Además, un efectivo de la PAT resultó internado con heridas. El fiscal Adrián Spelta ordenó la demora preventiva de nueve efectivos que participaron en el incidente y el secuestro de sus nueve pistolas reglamentarias de calibre 9 milímetros. También fue incautada otro arma, aparentemente perteneciente al ladrón.