El mercado provee de innumerables productos para saciar las necesidades básicas, y no tanto, de la existencia de todo ser humano. Pero suele pasar que algunos de ellos vienen con pequeñas y graciosas fallas que recuerdan que en definitiva, esos pequeños adminículos que se integran a lo cotidiano de la vida fueron obra también de alguna persona, un poco despistada sin dudas, o quizás no en su mejor día.