El director nacional del Conicet, Roberto Salvarezza, anunció la apertura en abril de un laboratorio binacional para el desarrollo de fármacos. Hizo el anuncio durante el plenario de rectores de universidades nacionales que se reunió en Rosario esta semana.

En el proyecto participan el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB), la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El laboratorio se llamará "Dr Ernesto Che Guevara De la Serna", y según Salvarezza anticipó a Rosarioplus.com, “es un aporte fundamental a la producción pública de medicamentos, que equivale a cimentar uno de los aspectos que hace a la soberanía de un país”.

La idea de este laboratorio binacional surgió durante un taller de integración en el área de productos biotecnológicos y farmacéuticos que se realizó en La Habana a fines del año pasado y del que participó Salvarezza. A partir de esa iniciativa, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, dispuso hace tres semanas, con la resolución 110/15, la creación del laboratorio.

El acuerdo lo firmaron el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (CIGB), la UNR y la UNLP. El laboratorio integrará un comité de expertos que avance en la determinación de estructuras farmacológicas y en el descubrimiento y desarrollo de nanopartículas que sirvan para el transporte de los productos a fabricar.

El laboratorio se servirá de la experiencia cubana acumulada en la temática y de las plataformas que poseen la UNR y la UNLP. Desde el Conicet participará el Instituto de Investigación para el Descubrimiento de Fármacos de Rosario (Iidefar), dirigido por el científico Claudio Fernández, y que se encuentra en el Polo Científico Tecnológico enclavado en Esmeralda y Ocampo, junto al Centro Universitario Rosario.

Vacunas contra el sida, dengue y hepatitis B

Salvarezza señaló que “desde el CIGB manifestaron interés especial en que el laboratorio aporte a la salud pública cubana con vacunas contra el dengue, la hepatitis B y el sida”. En función de esto, se realizarán investigaciones por resonancia magnética de biomoléculas de interés terapéutico contra esas enfermedades y también contra tumores cancerígenos.

De esta manera, se desarrollará sobre "nano partículas magnéticas para el diagnóstico y tratamiento de tumores sólidos, caracterizaciones biofísicas y químicas de nano partículas y nano formaciones moleculares" aplicadas a proyectos de hepatitis B, dengue, y mal de Chagas, entre otras enfermerdades. Asimismo, trabajarán sobre desarrollos de "nano micro esferas y otras plataformas supra moleculares para liberación controlada" de fármacos.

Tiempos de invertir en ciencia

Este lunes en el plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Salvarezza instó a los rectores a valerse de "la predisposición del Conicet" por financiar proyectos de interés regional y hacer “ciencia para la sociedad".

En ese sentido, ponderó unos 180 proyectos de transferencia tecnológica en ejecución y medio centenar de proyectos de investigación orientada. Esta cartera se incrementará con más proyectos presentados por cada universidad representada en el CIN y financiados por el Conicet, que maneja un presupuesto anual de 5.200 millones de pesos y 1.400 investigadores abocados a realizar transferencia tecnológica.

Específicamente en Rosario, en 2014 se abrieron 30 nuevas unidades ejecutoras, 8 centros de investigación y transferencia, que trabajan temas regionales, y los centros interinstitucionales, compartidos entre Conicet, la Universidad y otros organismos con apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Según los números que lanzó Salvarezza, en Rosario aumentó 20 veces el presupuesto en estos últimos 12 años, y triplicó de 3 a 9 mil investigadores. "Si uno hace un balance ve números espectaculares, se pasó de (un presupuesto de) 260 millones de pesos en el 2003, a 5.200 en el 2015: se mida como se mida, en pesos más inflación o en dólares, el crecimiento de la inversión es más que considerable", especificó.

Mas allá de las inversiones económicas, Salvarezza detalló el capital humano y físico: "por entonces había 3 mil investigadores, cuando hoy llegan a 9 mil; había 2 mil becarios que hoy son 10 mil y se pasó de 100 centros e institutos (de investigación) a 225, con inauguraciones continuas".