Hay enojo en Central.

En noviembre cuando se anunciaba el arribo de Nike, una de las marcas de indumentaria deportiva más importantes del mundo, los hinchas canallas saludaban con orgullo la llegada al club de arroyito.

Desde un comienzo, las autoridades salientes advertían que no habría dinero efectivo por lucir la marca. Y que el beneficio económico se daría a través de regalías por las ventas originadas.

Pero el arribo de las nuevas autoridades y el acceso a detalles del contrato originó una manifiesta disconformidad de parte de los actuales directivos.

Central percibirá el 15 por ciento de todo lo recaudado por venta de indumentarias. Pero dicho importe se liquidará a fin de año. Y éste es el primer desacuerdo. Con los índices inflacionarios actuales, se intenta que la rendición de utilidades se realice, al menos, trimestralmente.

De acuerdo a cálculos extraoficiales, desde diciembre a la fecha se han vendido una 20 mil camisetas con el escudo canaya.

No sólo que el club no recibe canon alguno por utilizar la marca de la pipa. Tampoco se le entrega sin costo la indumentaria que recibe la primera división y todas las inferiores. Central las debe adquirir al precio de costo.

Ricardo Carloni, vicepresidente auriazul, recibió junto al presidente Raúl Broglia, a uno de los máximos dirigentes de la firma para esta parte del continente, Rogerio Reyes, a quien expuso lo que Central entiende como incumplimiento del contrato.

“No se consiguen camisetas, las tiendas oficiales del club están desabastecidas”, señaló el dirigente canalla. “Todavía no pintaron los carteles publicitarios en el Gigante por lo cual todavía permanece la publicidad de la marca anterior”, planteó Carloni, quién, con más enojo aún, expresó : “Nos deben tratar como lo que somos, un club grande”.

Central presentó ante Nike una propuesta para mejorar el contrato. El mexicano Reyes se comprometió a mejorar la relación que recién se inicia con el club de Arroyito.

Por ahora, la pipa no trae paz sino discordia…