Una chica de 14 años que estaba desaparecida desde este domingo y cuya búsqueda tenía en vilo a su localidad, Rufino, apareció horas después, enterrada en el patio de la casa de su novio, quien confesó ser el autor del crimen “tras perder el control” según dijo el mismo joven de 16 años. Hay cuatro familiares del menor confeso detenidos como probables encubridores del femicidio.

La desaparición de Chiara Páez había impactado al pueblo de tal manera que en menos de 24 horas hasta se creó una comitiva de emergencia de la comuna local, que trabajó junto a la Policía de Investigaciones provincial. La chica era reconocida en esa localidad por integrar uno de los equipos de hóckey sobre césped del club Los Pampas de Rufino.

Finalmente la policía dio con la casa de su novio, a quien pusieron bajo sospecha ya que no se hizo presente en la búsqueda.

Antonio Moyano subsecretario de protección civil de Santa Fe contó que fue el chico que tenía una relación de noviazgo adolescente con Chiara quien se quebró y confesó cuando las autoridades llegaron a su casa. “Ayer al mediodía (por este domingo 10) nos convocan al requerimiento del intendente para la búsqueda de esta chica que estaba ausente del hogar. Estuvimos en la zona de Rufino junto con la fiscalía, intendencia, policía y cuerpo de bomberos para diagramar el operativo. Mas allá de la situación del joven que a última hora se quiebra, en el momento que estábamos por ingresar a la vivienda ya teníamos casi la certeza que la cosa pasaba por ahí, entonces llegó la confesión de este chico”, reveló el subsecretario de Protección Civil.

Luego de rastrear la propiedad, pudieron localizar a la joven muerta en el fondo del patio donde también funciona un taller de herrería, según confirmó el fiscal Mauricio Clavero. Si bien no trascendieron detalles, perros de la Policía Científica encontraron el cuerpo ya sepultado, con evidente intención de ocultarlo.

El adolescente confesó que asesinó a Chiara luego de una fuerte discusión y “tras haber perdido el control”. Luego de eso, quedó a disposición del Juez de Menores y luego  trasladado a un instituto en Venado Tuerto. 

Lorena, tía de la víctima, contó que la joven estuvo hasta la 1.30 del domingo con sus amigas en el pueblo, y que en un momento se separó del grupo porque debía encontrarse con su novio. Fue la última vez que la vieron. Ya no volvió a responder los llamados al celular.

“Teníamos la esperanza de que fuera una rebeldía, y que ya volvería… estamos devastados. Al chico lo conozco porque yo soy preceptora en la escuela a la que concurre”, contó la tía de Chiara. “No sospechábamos de él, decíamos que investigaran por otro lado”, recordó.

El joven es hijo de un policía. En esa familia quedaron cuatro personas demoradas y bajo sospecha de encubrir el crimen, puesto que a los investigadores les llama la atención que el chico haya podido solo con el ocultamiento de la víctima.