El Cifasis (CONICET-UNR) trabaja junto a una clínica privada rosarina en el procesamiento de imágenes para determinar patrones que permitan detectar patologías neurológicas como el Alzheimer.

La herramienta fue pensada en el trabajo de tesis doctoral de Patricio Donnelly Kehoe, becario del CONICET, que es codirigido por el Cifasis, la Universidad Nacional de Rosario, y el servicio de neurorradiología del Instituto Gamma.

La investigación está orientada a generar herramientas complementarias para ayudar a hacer el diagnóstico médico y capitaliza experiencia e información que de otro modo no se usa.

Para este estudio el becario utiliza información del cerebro extraída a través de imágenes de resonancia magnética estructural y funcional. Donnelly Kehoe explica que “son registros que miden cómo varía el metabolismo del cerebro en cada región y a partir de allí se puede estimar la actividad cerebral subyacente”.

Según explica el investigador, los estudios muestran que donde hay más consumo de oxígeno existe mayor actividad. Entonces lo que se hace a partir de esa señal de metabolismo es encontrar qué partes están conectadas entre sí, ya que se supone que dos regiones que están comunicándose tienen un patrón de actividad similar”. Luego por medio de diferentes algoritmos se encuentran los patrones de conexión entre las partes y los usan para generar biomarcadores de detección de enfermedades neurológicas.

El estudio trabaja con tres poblaciones: un grupo que padece la enfermedad de Alzheimer, otro con deterioro cognitivo leve y un tercero de control conformado por personas sanas. Aclara que la forma de detectar los patrones de funcionamiento no se basa en la comparación entre las tres poblaciones ya que “cada cerebro es muy particular”,  sino que lo que buscan es “a partir de estos registros, entrenar un sistema de procesamiento para que pueda identificar las diferencias entre los grupos, pero no de una manera rígida sino de una forma inteligente”.

En el primer semestre de 2015, Donnelly Kehoe realizará una pasantía de dos meses en el grupo de Neurociencia Computacional del Center for Brain and Cognition de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona. Esto permitirá comenzar a trabajar en forma colaborativa con el grupo español.