En Mendoza, los empleados públicos que tienen uno o varios hijos con alguna discapacidad están autorizados a reducir su jornada laboral un 25 por ciento, con el propósito de que pasen más tiempo con esos niños o jóvenes.

El gobernador Francisco Pérez promulgó esta semana la ley que había sido aprobada por la Legislatura local este año, con lo cual ya se encuentra en vigencia.

La norma impone que los tutores de los niños con discapacidad tendrán una jornada laboral un 25% más corta. La intención es que tengan más tiempo para dedicarles a sus hijos, quienes necesitan más a sus padres en los primeros años de vida. La norma establece que esa reducción horaria se aplica una vez que la madre o padre retornen al trabajo luego de la licencia ordinaria por maternidad o paternidad.

Pero la medida también abarca a quienes hayan adquirido alguna discapacidad luego de nacidos. Para ejercer ese derecho, que por ahora incluye a los trabajadores del Estado, deben presentar un certificado. La ley indica que a la madre, padre o quien tenga la patria potestad del niño se le reducirá la jornada laboral “en un veinticinco por ciento (25%) desde el retorno a la Jornada Laboral” y que “el beneficio establecido en se hará extensivo en el caso en que la discapacidad se presentará con posterioridad al nacimiento. El mismo podrá ser prorrogado indefinidamente en función de las necesidades especiales del niño o niña con discapacidad”. La medida también se aplica a familias que hayan adoptado a niños afectados.

Una medida inteligente y acorde a la realidad, que da una mano a personas que realmente lo necesitan.