Gabriela es una joven oriunda de Villa Gobernador Gálvez que vive un infierno. Ya sufrió muchos años de agresiones y perdió un ojo por los golpes de su ex pareja, padre de sus tres hijos menores. Ahora él está imputado por violencia de género y por haber violado varias veces la perimetral. Pero como en una oportunidad el hombre denunció a la joven en una comisaría, se le aplicó también a ella una prohibición de acercamiento y él se quedó con los hijos, que llevan ya tres meses sin contacto con su madre.

La imputación al agresor, que en este artículo se llamará Sandro, fue aplicada rápidamente por la fiscal Guillermina Torno, pero la jueza de Familia Milca Bojanich no avanza desde entonces en el reclamo por la restitución de la tenencia, ni lo gestionado desde la Defensoría n° 10 con un pedido para que Gabriela tenga acceso a que se establezca alguna forma de visitas para que pueda ver a sus hijos.

Lo inexplicable judicialmente, además del entrecruzamiento de denuncias mutuas y perimetrales, es que el hombre se encuentre conviviendo con los tres hijos cuando la tenencia siempre la tuvo la joven. De hecho, los directivos del colegio al que asisten los menores se dispusieron a declarar que ellos “con la mamá asistieron con normalidad y cumplían con todas las tareas” mientras que sobre el papá apuntaron que “no lo conocíamos, ya que la mamá siempre se ocupó”.

En su relato la madre muestra desesperación por verlos o al menos saber que se encuentran en buen estado, ya que el hombre “al ser violento y ellos educados, cuanto más tiempo pasen con él peor va a ser el ejemplo”.

La última vez

Hace tres meses el hombre apareció en la vivienda, armó bolsos, se llevó a los chicos y algunos electrodomésticos y, golpeó a Gabriela frente a los menores. En la desesperación por evitar el hecho, la mujer golpeó el vehículo de su ex pareja y fue así como él consiguió hacer una denuncia propia y lograr la perimetral.

Afortunadamente la vivienda cuenta con cámaras de seguridad con imágenes que pudo visualizar la fiscal Torno para comprobar las agresiones y avanzar en su imputación. Pero pasa el tiempo y la justicia no se expide, mientras los menores están lejos de su madre. “En este tiempo tuve ayuda del 144, pero tuve muchas amenazas telefónicas, incluso a una amiga mía para que no siga insistiendo”, aseguró la mujer.

Entre las desgarradoras viviencias a lo largo de estos años, ella precisó que él la atacó incluso estando embarazada. Y en la inestabilidad de esa relación, el hombre estuvo tres años sin ver a sus hijos, hasta que volvió para intentar recomponer la relación. Pero la violencia nunca paró. Ella hoy asegura “tendría que haberme ido con los tres chicos, y no lo hice porque creí en la justicia que ahora no tengo, y porque no quería que ellos cortaran relación con su padre”.

"No les importa"

La activista de Ampliando Derechos Nora Giacometto dijo sobre la falta de acciones desde el Juzgado de Familia que “da la sensación que no les importa, no está respondiendo de acuerdo a la perspectiva de género y a los reclamos de una madre que fue golpeada, que siempre tuvo la custodia de sus hijos”.

Giacometto recordó que Gabriela “tiene un trasplante de córnea, perdió un ojo, y está llena de marcas y esto no les mueve un pelo para devolverle los chicos a ella que está viviendo un infierno. Encima le robaron el celular, tenía muchas pruebas contra él con los desagravios que le decía”.

La primera denuncia por violencia de género a Sandro fue hace seis años, recordó la joven. El hombre no tiene un trabajo estable, y se lo relaciona con negocios ilegales, y por lo que Gabriela pudo confirmar con el colegio, desde que tiene a los hijos, decidió no llevarlos para evitar que ella pudiera verlos allí, perjudicando su educación. No. Tampoco quiso conectarlos a las clases virtuales por Meet, ya que su madre tiene el acceso.

Gabriela aseguró que fueron varias las veces que lo denunció y que trató de hacerlo “es feo ir a una comisaría y que no tomen la denuncia, fueron machistas al preguntarme qué habré hecho yo. Y cuento mi historia porque quiero ver a mis hijos, pero también que esto le sirva a otras chicas que estén viviendo algo parecido”.

Si vivís situaciones de violencia o conocés a alguien que esté en esa situación llamá al 144.