Una joven usuaria del Transporte Urbano de Pasajeros vive una pesadilla desde el jueves a la mañana, cuando el chofer de la línea 133 en la que viajaba frenó fuerte y de repente en Alem y Zeballos. Además del golpazo sufrido -con fractura de vértebra incluida- ahora lidia con la desaprensión de la empresa Semtur y el maltrato de su personal.

Jésica Bruera tiene 31 años y aquel día se levantó de su asiento para disponerse a tocar el timbre y descender, pero el colectivero frenó de golpe y ella voló desde el fondo del ómnibus hasta la cuarta hilera de asientos. Por semejante impacto tiene comprometidas la primera y segunda vértebra lumbar y una hernia en la quinta lumbar. La joven contó que la empresa, lejos de comprometerse, retarda las autorizaciones de resonancias y la maltrata ante sus requerimientos.

En diálogo con Rosarioplus.com Bruera contó que “en el momento del accidente el chofer se comportó muy bien y me explicó que tuvo que frenar de golpe ya que el vehículo que venía adelante así lo hizo. Evidentemente venía pegado al auto de adelante”.

“Entiendo que vienen apurados, que la empresa los presiona para cumplir el horario, pero lo que me indignó fue el trato que recibí desde la Semtur”, explicó y detalló que desde esa empresa municipal “se hicieron cargo de la internación, que duró hasta las 18.30 de ese mismo día, pero luego con las resonancias ya empezó a haber problemas”.

Los estudios son los que justamente determinan cuál es el daño que puede llegar a tener esta usuaria del servicio accidentada dentro de la unidad de la Semtur. Sin embargo, para que la empresa se haga responsable de las consecuencias del incidente, Jesica aseguró que fueron sus padres los que tuvieron que ir a exigirle a la compañía se asuma como tal.

“Hoy, cuando fui a retirar los estudios, no me los quisieron dar. Me explicaron desde el Sanatorio Laprida que es la empresa la que debe dar autorización para retirarlos. Cuando fui hasta la Semtur para pedir que hagan esa autorización, tardaron en atenderme porque quien debía hacerlo estaba comiendo y cuando por fin llegó esta persona, me trató mal y me dijo que ella me dará la autorización cuando ella quiera”, reprochó la joven damnificada.

Finalmente los estudios determinaron que Bruera tiene una "fractura impactada en la primera vértebra lumbar" y, como resultado del mismo golpe, posee además en "situación comprometida la segunda y una hernia en la quinta vértebra". Además, la mujer relató que en este momento ella no puede trabajar, se encuentra dolorida y no sabe cómo continuará sus tratamientos clínicos ya que desde el sanatorio le comentaron que “la cobertura del seguro de la Semtur es pésima y no cubre nada”, según dijo.