Varias seccionales policiales de la Unidad Regional II registraron este lunes por la mañana un movimiento inusual. Es que el Ministerio de Seguridad dispuso la reubicación de 300 detenidos que estaban alojados en celdas de comisarías, y los alojó en distintas dependencias del Servicio Penitenciario provincial. 

La mayoría de los reclusos trasladados fue asignada a Unidad Penitenciaria nº 11, de Piñero donde la semana pasada se sumaron dos módulos y que demandaron entre 9 y 12 meses de construcción. Hace 15 días otros 150 detenidos en Santa Fe habían sido trasladados a un penal del barrio santafesino de Las Flores.

“La idea es que toda nuestra Policía pueda estar en la calle trabajando y previniendo el delito. Para eso, el Estado debe planificar la obra pública carcelaria. Lamentablemente durante años no se había pensado eso. Nosotros lentamente cambiamos esa ecuación”, indicó el radical. El cambio permitirá a unos 100 agentes que antes estaban en tareas de guardia salir a la calle.

Según sus cálculos, cuando inició la gestión del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), había 2.500 presos en comisarías y otros 2.200 en el servicio penitenciario. “Van a quedar muy pocos en comisarías a lo largo y ancho de la provincia. Es un número inestable de los que quedarán en las comisarías. Solo deben ser para detenciones temporarias. Van a quedar menos de 100. Estamos trasladando el 80 por ciento de los presos que estaban en comisarías. Es una de las pocas provincias del país que tiene más del 90 por ciento de los presos en el servicio penitenciario”, refirió el funcionario.

De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Seguridad, hubo más detenidos este año que el anterior. “En 2015 tuvimos 100 recapturas y vamos a cerrar este año con más de mil”, apuntó Pullaro.