La cuenca tambera santafesina recibió dos golpes en poco menos de un año debido a los fuertes temporales que provocaron inundaciones, aunque este último mes de lluvias parece haber sido uno de knock out para más de un tambero. Cansados de no poder salir a flote, muchos han decidido vender o alquilar el ganado como última opción.

“Los pequeños y medianos tamberos están con poco ánimo, pensando en vender el rodeo y salir de la producción. La situación es desoladora. Vienen de recibir dos golpes duros en menos de un año sumado a una situación económica de la cadena muy desfavorecida, sobre todo castigados por los grandes centros industriales y comerciales”, explicó en Sí 98.9 el ministro de la Producción, Luis Contigiani.

Más allá de que se cansaron de perder plata, el cansancio los abruma de tanto remarla. Se sabe que para los tamberos no hay feriados, Navidad, francos, o inconvenientes que pasar de largo, porque las vacas no esperan y piden ser ordeñadas antes de que el sol asome. 

Las soluciones de fondo no llegan por parte de las autoridades y los tamberos se ven obligados a vender el ganado a los frigoríficos, alquilarlos a productores, o en el mejor de los casos trasladarlos a campos que no están inundados. Productores de la provincia de Buenos Aires han venido en el último mes a llevarse ganado. Sin embargo, esto genera un gran estrés tanto para los ruralistas como para los animales. “Las deja terminadas a las vacas”, reveló a Rosarioplus.com Marcelo Aimaro, Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe.

 “Hoy hay 1000 tambos afectados en situación muy complicada de los 3400 de la provincia. Muchos de los cuales no van a poder volver a la actividad”, estimó Aimaro y afirmó que por día se pierden 1,5 millones de litros de leche, más del 30 por ciento. Según el ministerio de Producción, las pérdidas llegarían a los 300 millones de pesos.

El desfasaje de los precios de la cadena láctea se ha tornado irremontable para el primer eslabón. Reciben casi cinco veces menos por litro de leche de lo que finalmente se vende en góndola al consumidor, con réditos enormes para las grandes industrias. Incluso muchos ya han adelantado su intención de migrar a los cultivos, como la soja.

 “Los tambos vienen de una crisis terrible de 2016, con 400 tambos cerrados, y para muchos si no hay ayuda de la Nación, es un ultimátum”, coincidió el presidente de Federación Agraria, Omar Príncipe, con Aimaro. 

Foto: (La Nación)