Nadie, en las últimas horas pudo medir el clima social y preelectoral que generó la identificación del cuerpo de Santiago Maldonado, el joven que estuvo 78 días desaparecido. Un caso que entró y salió de los escenarios de campaña hasta que el gobierno nacional decidió que no constituía para las aspiraciones del oficialismo un “cisne negro”, como le dicen los norteamericanos a un evento inesperado que puede condicionar una elección.

Pero las cosas cambiaron desde el hallazgo del cuerpo en el río Chubut y mucho más desde que Sergio Maldonado salió de la morgue judicial de Buenos Aires para decirle a los periodistas que había reconocido el cuerpo de su hermano por los tatuajes. Enseguida agregó que había “responsabilidad de Gendarmería” en la muerte de Santiago. Horas más tarde le apuntaría directamente al presidente Mauricio Macri porque “nos llamó dos días antes de las elecciones”, se quejó Sergio que luego insultaría al primer mandatario por haber tenido la “bajeza” de llamar a su madre para ponerse a disposición. Un gesto que, se ve claramente, le hizo perder los estribos al hermano de Santiago.

La declaración de la familia apenas se encontró el cadáver en el río cuando hicieron referencia a que “no confiamos en nadie” y por eso se quedaron “siete horas al lado del cuerpo”; ya había provocado una seria herida al gobierno. Los malintencionados y desagradables dichos de la diputada Elisa Carrió en la televisión, terminaron por romper cualquier puente con la familia Maldonado. Y la espontánea movilización de la gente a distintos puntos de la Capital Federal y otras ciudades del país, coronaron un escenario que deja muy malparado al gobierno que intentó mantener la compostura a través del silencio.

Los intentos desesperados por torcer la realidad aún ante la evidencia de los hechos, volviendo a demonizar a los mapuches para salvar las últimas ropas de la Gendarmería y la propia responsabilidad política; han tenido casi nulo efecto. Parece que en este caso, al menos, no habrá tanto espacio para la posverdad.

La primera lectura oficial de la autopsia que duró unas 12 horas determinó además que el cuerpo no tiene lesiones evidentes. Y en esto hubo acuerdo de todas las partes que estuvieron presenciando la operación dentro del recinto de la morgue en un total de 55 personas. Es lo único que le da un poco de aire al gobierno, pero aún es muy poco.

Habrá que esperar los resultados de las elecciones de hoy en todo el país. Es cierto que el clima se ha enrarecido y que nadie sabe si esto afectará o no en alguna medida a las aspiraciones electorales de unos y otros. Sí hay una cosa clara: No habrá espacio para festejos demasiado estridentes de ninguna clase.