El salto que pegó el dólar en un solo día y la suba de tasas generaron incertidumbre y temores acerca de cómo replicará en la economía y también en lo cotidiano de los argentinos. Algunos ejemplos claros que no podrán zafar de los efectos negativos.

Deudas y créditos. El que se endeudó en dólares inevitablemente verá como su deuda creció de golpe un 8,5% en un día (y 23% desde el 1 de enero).  

Inmuebles. Partiendo que los créditos están atado a las tasas, la compraventa inmuebles se verá con un panorama oscuro. Sobre todo aquellos con préstamos hipotecarios (que se llevan la mitad de las operaciones) y que no terminaron de escriturar. Le van a hacer falta más pesos para cubrir la suba del dólar. En síntesis, los que tengan el precio tasado, verán encarecer éste en un 10 por ciento. Sin embargo desde las cámaras inmobiliarias dijeron que se puede negociar.

Precios al consumidor. Se sabe que las devaluaciones en Argentina son acompañadas por aumentos en los precios en las góndolas. Una suba en el precio del dólar del 10 por ciento -como la de esta semana- suma 4 puntos porcentuales a la inflación a lo largo de los próximos cuatro trimestres. Aunque se definirá según la evolución del tipo de cambio y la reacción de los salarios ante la pérdida del poder adquisitivo.

Tarifas. Las tarifas de los servicios públicos: están en dólares por lo tanto el movimiento de la divisa puede generar un nuevo aumento aunque el traslado a los usuarios no sería en breve.

Combustibles. Las naftas también están atadas al precio del barril internacional que está en dólares. A principio de semana, cuando aún no se sabía del movimiento de la divisa, las petroleras dijeron que deberían aumentar un 7,5% más pero optaron por postergarlo. Llenar el tanque será irremediablemente más caro en los próximos meses.

Autos. Las automotrices ya vienen mostrando intenciones de incremento en el precio de los vehículos para las ventas, aunque estaban muchas estaban en stand by. Al habitual incremento del 1,55 promedio podrían seguirle otras alzas como la que General Motors decidió en abril del 4,5%.