Dos hombres fueron condenados en un juicio oral en Morón a la pena de prisión perpetua por el crimen de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada en 2011 en el partido bonaerense de Hurlingham.

Un tercer hombre fue condenado a cumplir cuatro años de prisión por ser partícipe secundario.

Candela vivía con su madre, Carola Labrador. Su padre, Alfredo Rodríguez, se encontraba preso en el momento de la desaparición de Candela, por un caso de piratería del asfalto en Morón), y otras dos causas en San Martín y fue detenido por robo agravado de mercadería en tránsito.

Se sospechaba que el secuestro de Candela se debía a vínculos del padre con bandas de venta de droga, pero luego se descartó ya que no hubo ningún llamado extorsivo.

Candela fue secuestrada el lunes 22 de agosto de 2011 a las tres y media de la tarde mientras esperaba fuera de su casa a unas amigas para ir juntas a la parroquia San Pablo Apóstol, donde integraban un grupo de boy scouts.