La ex presidenta y senadora electa Cristina Fernández de Kirchner fue procesada y hasta se pidió su desafuero como paso previo a ordenar una detención en su contra. Esto se produce en el marco de la causa que investiga el presunto encubrimiento a los iraníes acusados del atentado a la Amia y en la que se la procesó por “traición a la Patria”.

Todo este proceso tiene su origen en la denuncia que presentó el fiscal de la causa Amia II, Alberto Nisman, en enero de 2015. Cuatro días antes de aparecer muerto en el departamento que ocupaba en una torre de Puerto Madero, Nisman denunció a Cristina de Kirchner y al resto de los implicados y los acusó de "traición a la patria".

En ese resonante expediente, acusó a la ex presidenta de “decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA”, producido el 18 de julio de 1994. También se incluyó en la denuncia al canciller Héctor Timerman, al diputado Andrés Larroque y a Luis D'Elía como partícipes.

Según Nisman, la presidenta habría negociado dar de baja las órdenes de captura de Interpol contra los funcionarios de ese país sospechados por el atentado a cambio de realizar transacciones comerciales y comprarle petróleo barato a Irán.

El fiscal Gerardo Pollicita juntó nuevas evidencias que se sumaron a las reunidas por Nisman. Lo que sostiene es que durante su mandato, Cristina Fernández abrió negociaciones secretas con Irán (por intermedio del por entonces canciller Héctor Timerman) que terminaron en la firma del Memorándum de entendimiento con Irán, refrendado por una ley pero luego rechazado por la Justicia.