La comunidad terapéutica Fundación San Camilo de Pilar está otra vez en el ojo de la tormenta, luego de que la Comisión Provincial por la Memoria de Buenos Aires (CPM), presidida por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, pidiera la clausura inmediata del espacio y denunciara la existencia de torturas, malos tratos y hasta un caso de abuso sexual. Las serias irregularidades de dicha comunidad fueron denunciadas en el libro La Comunidad, como ya oportunamente contó Rosarioplus.com.

La CPM realizó una inspección al predio y constató la existencia de torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes contra 60 jóvenes y adultos con padecimiento mental, y se tomó conocimiento también de un caso de abuso sexual contra un adolescente de 14 años, que ya fue trasladado a un organismo de niñez de Santa Fe, según informaron a través de un comunicado oficial.

En ese sentido, el organismo de derechos humanos  presentó un hábeas corpus colectivo a favor de todas las personas allí alojadas, reclamó su clausura inmediata y exigió que se investiguen, para determinar las responsabilidades institucionales, los convenios existentes que permitían el funcionamiento de esta comunidad terapéutica habilitada, incluso, para recibir pacientes por disposición de la Justicia.

Según consta en la denuncia que la Comisión hizo pública, pacientes adultos y jóvenes fueron “víctimas de prácticas sistemáticas de torturas y malos tratos, personas privadas ilegítimamente de la libertad, afectación del vínculo familiar, uso abusivo de psicofármacos, medidas de aislamiento sistemáticas y arbitrarias, ausencia de un abordaje interdisciplinario de los cuadros que presentan los pacientes, falta de auditorías independientes, ausencia de control judicial y administrativo”. 

Al respecto, apuntaron también a “la nula implementación de los principios establecidos por la ley de salud mental”, que “se complementa con prácticas aberrantes que violan los derechos humanos”. 
 

Al margen de las graves denuncias, el organismo le apuntó también al “precario estado edilicio e higiénico que constituye un agravamiento de las condiciones de internación”. Al momento de la inspección, indicaron, “se encontraban 60 personas internadas en una institución que cuenta con capacidad para albergar a 48 usuarios”.

“En esas condiciones de internación, que constituyen en sí misma prácticas de tortura, el ejercicio de la violencia física es delegado por los mismos directivos de la comunidad terapéutica en otros pacientes”, remarca el documento, y agrega: “Una vez reducidos por otros internos, les suministran psicofármacos y los encierran en una habitación, desnudos y atados de pies y manos a una cama. Por el mismo efecto del psicofármaco pueden llegar a dormir por 48 horas, y permanecen encerrados por alrededor de una semana”.

Como ya reflejó Rosarioplus.com, la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe reconoció que en la Fundación San Camilo se encuentran alojados entre 4 y 5 menores de la región. Por su parte, el periodista Pablo Galfre, autor de La Comunidad, estimó que el número podría superar los 15 jóvenes.