El bar cultural Stop in Brazil, que se encuentra en Rivadavia al 2600, viene sufriendo una serie de agresiones de parte de personas que arrojan elementos contra los clientes del lugar, según denunció la titular del local, Sandra Sola. La denuncia remite automáticamente a lo sucedido el año pasado en La Chamuyera, cuando la joven Daiana de 24 años sufrió el impacto de una botella en su cabeza, arrojada desde un edificio lindero, que le dejó serias secuelas.

Según lo relatado por la titular de Stop in Brazil, los ataques provienen de un hotel lindero, cuyo dueño –indica Sola- es también propietario del inmueble donde desde hace casi 11 años funciona el bar, frente a la sede de la Secretaría de Cultura municipal. “Lamentablemente hace algún tiempo comencé a tener graves incidentes, más específicamente ataques, que ponen en riesgo la seguridad de los transeuntes y clientes del lugar”, señaló en un comunicado que fue compartido en Facebook por el grupo Espacios Culturales Unidos de Rosario (Ecur).

El primer hecho relatado por Sola remite al domingo 27 de febrero. Según narra la titular del bar cultural, luego de haber finalizado el Carnaval de Pichincha, alguien arrojó una piedra “desde una de las ventanas del hotel, e impacta contra una clienta que se encontraba parada en la vereda del lugar”. La mujer fue golpeada en la cabeza, a la altura de la sien. Y si bien Sola denunció el hecho en la Comisaría 7º,  “aún no se tomaron medidas al respecto ni hay novedades del caso”.

La cosa no quedó allí: “En los meses siguientes, los ataques continuaron”, detalló. “El mes pasado, una noche mientras estaba cerrando, desde el mismo lugar me arrojaron una lata de duraznos. Al poco tiempo el hecho se repite, esta vez con una botella de gaseosa llena”. Sin embargo, el domingo pasado sucedió el último de los hechos, que afectó a varios clientes: “Alrededor de las 23, con el bar abierto y las cuatro mesas que se encuentran en la vereda ocupadas, arrojan, otra vez, desde una de las ventanas del hotel, aceite de cocina usado, que empapó a los clientes sentados en las dos mesas más cercanas al edificio, y manchó mesas, sillas y la vereda. En ese momento llamé a la policía y al otro día realicé la denuncia en Tribunales Provinciales”, explicó.

Sola aseguró que escribió el comunicado para “visibilizar estos hechos, porque no alcanza con las denuncias realizadas, no alcanzan los reclamos, no recibo respuesta de quienes tienen que hacerse cargo”. “Otra vez un hecho de violencia, ataques contra uno de los espacios culturales de la ciudad, y otra vez la falta de interés, ayuda y compromiso, quiero y espero que esta vez no termine en una tragedia”, cerró.