El número de muertos por el terremoto de 7,1 grados que el pasado martes sacudió el centro y sur de México subió a 318, según informaron autoridades locales. Además, en los últimos cinco días, el Servicio Sismológico Nacional mexicano contabilizó cerca de 4.400 réplicas en los estados de Chiapas, Puebla, Morelos y en el distrito federal, la mayoría de carácter leve.

Este domingo se registró además un temblor moderado de magnitud de 5,8 con epicentro 122 kilómetros al suroeste de Tonalá, en el estado de Chiapas, que fue otra réplica del terremoto de hace dos semanas. "Seguimos estando en actividad sísmica. No es algo extraño o inusual o que no haya pasado anteriormente", dijo el director del Centro Nacional de Atención de Desastres, Carlos Valdés, quien atribuyó las réplicas a un "proceso de cicatrización normal" de la Tierra. 

México sufrió dos fuertes temblores en un lapso de quince días. El primero, ocurrido el 7 de septiembre frente a las costas del sureño estado de Chiapas, fue de mayor magnitud (8,2, el más intenso del siglo en el país), ocasionó menos muertes (cerca de 100) pero dio lugar a unas 4.340 réplicas sísmicas.  El segundo, registrado el 19 de septimebre, causó masivos daños en Ciudad de México y en estados del centro del país (como Puebla y Morelos) y dejó un saldo de 318 muertos y apenas unas 39 réplicas.

En la Ciudad de México suman 180 las personas fallecidas, en Morelos 73, en Puebla 45, en el Estado de México 13, en Guerrero seis y una en Oaxaca, según precisó el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, citado por la agencia DPA. 

En tanto, 69 personas fueron rescatadas con vida. Las autoridades especificaron que 37 personas están hospitalizadas, 14 de ellas "en estado grave pero sin peligro de muerte", mientras las labores de búsqueda siguen en siete de los 38 edificios caídos.