Uno de los diez detenidos en el mega operativo por estafas inmobiliarias y lavado de dinero que sacudió el miércoles rosarino con 21 allanamientos en diferentes sectores de la ciudad es Eduardo Martín Torres, un escribano de esta ciudad que ya había estado involucrado en una denuncia por intento de estafa hace varios años atrás. Incluso, en 2006 había recibido una condena en primera y segunda instancia por haber falsificado un documento en perjuicio de un hombre para intentar estafarlo.

Según una nota del diario La Capital de mayo del 2008, Torres le inició una demanda a Conrado Mansilla (ya fallecido) ante un juzgado civil y comercial, en base a un pagaré fechado en mayo de 1998, donde supuestamente constaba su firma. El escribano pretendía cobrarle, vía judicial, la suma de 4 mil pesos.

Pero se trataba de una maniobra fraudulenta. El damnificado recurrió también a la Justicia y logró desbaratar la estafa. La causa se tramitó en el Juzgado Penal Nº 6, que demostró que el escribano había usado un viejo pagaré y lo había adulterado: Torres había corregido una cifra de 40 mil pesos moneda nacional por otra de 4 mil pesos vigentes, que intentaba cobrarle a Mansilla.

Luego de las apelaciones, la Sala I de la Cámara Penal confirmó el fallo en primera instancia por el que Torres fue condenado a seis meses de prisión condicional y también avaló una sentencia civil que obligaba al escribano a indemnizar a su víctima

Lo curioso es que pese a la condena, considerada una falta grave, Torres nunca dejó de ejercer como escribano. A la fecha, su nombre aparece en la nómina de profesionales en el portal web del Colegio de Escribanos de la provincia de Santa Fe Segunda Circunscripción, listado actualizado al 27 de septiembre de este año, según constató Rosarioplus.com.

Casi dos décadas después, Torres vuelve a aparecer en la crónica policial involucrado en maniobras fraudulentas y estafas donde, según consta en la investigación, una red cometía fraudes inmobiliarios vinculados a lavado de dinero, estafando a personas para quedarse de manera ilegal con bienes como casas y campos.