El ex secretario de Obras Públicas, José López, se negó este martes a declarar ante la fiscal Alejandra Rodríguez, en el marco de una causa abierta por tenencia de arma de fuego con licencia vencida, por padecer de "stress reactivo", según alegó su defensa, aunque también se podría acoger a la condición de arrepentido, según deslizó su abogada .

Rodríguez, titular de la UFI 10 del partido bonaerense de General Rodríguez, se trasladó al penal de Ezeiza para tomarle declaración a López, un paso procesal necesario para el posterior traspaso de la causa al juzgado federal de Daniel Rafecas, a cargo de la investigación por enriquecimiento ilícito. 

Según explicó a la prensa la abogada del ex funcionario y diputado del Parlasur, Fernanda Herrera, López padece "estrés reactivo" y, por esa razón, alegó que no estaba en condiciones de declarar.
Se denomina así a un tipo de "depresión que aparece como respuesta a una mala adaptación a acontecimientos estresantes".

Si bien la Justicia había determinado que López se encontraba "apto" para afrontar la indagatoria, luego de haber estado durante todo el fin de semana largo en reposo, el detenido se negó a declarar en la causa que investiga la tenencia de un fusil, que le fue secuestrado días atrás junto a los casi 9 millones de dólares, más billetes en euros, yuanes y moneda de Quatar, además de seis relojes de lujo, cuando el ex secretario fue arrestado en las inmediaciones de un monasterio de General Rodríguez. 

López, detenido desde el jueves último en el área de atención psiquiátrica y de adicciones del Penal de Ezeiza, podría apelar a la figura del arrepentido, de acuerdo con lo que dejó trascender su abogada en diálogo con los periodistas.

Si esto se concreta la declaración como arrepentido de López podría tener consecuencias de peso no sólo para ex funcionarios del gobierno kirchnerista sino para los empresarios concesionarios de diversas obras públicas, algunos actualmente investigados por la Justicia por causas de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, como el caso de Lázaro Báez, y otros que no están en esa condición.