La detención del ex jefe de la Policía de Santa Fe, Rafael Grau, por presunta corrupción, resonó fuerte este martes pero no derivó en cambios en la cúpula del Ministerio de Seguridad ni de la Policía. Si había alguna expectativa de que algún movimiento estuviera por producirse, la desinfló el gobernador Miguel Lifschitz, quien lo descartó de plano.

Si bien en la tarde del martes se escucharon rumores de un posible alejamiento del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, hubo luego una conferencia de prensa protagonizada por el funcionario que se encargó de derribar esa hipótesis. Es que, según él marcó, fue la propia cartera quien impulsó la investigación contra Grau luego de acceder a una información de un anónimo. Frente a los micrófonos Pullaro prometió que caerá “quien tenga que caer”.

"No tenemos previsto cambios de ninguna manera ni en el equipo de Seguridad que dirige el ministro (Maximiliano) Pullaro, a quien le doy un absoluto respaldo, ni tenemos previsto cambios en la cúpula policial", afirmó Lifschitz esta mañana desde Santa Fe. Actualmente el jefe de la policía es José Luis Amaya.

Respecto de la investigación judicial contra Grau, Lifschitz consideró: "Es importante que se puedan llevar estas causas adelante, que se pueda avanzar lo más rápido posible, que se pueda delimitar las responsabilidades y que, en definitiva, se castigue a los culpables”.