Una fiesta clandestina en el barrio Pichincha terminó con la irrupción de inspectores municipales que obligaron a la dueña de la casa a interrumpir la música y desalojar el inmueble, y le impusieron una multa por semejante iniciativa para la cual cobraba la entrada al festejo. Y además de la sanción económica que definirá la Justicia de Faltas, los inspectores decomisaron varias cosas que le daban forma a la fiesta, tales como equipos de audio y hasta una máquina de humo.

Así lo informó la Municipalidad de manera oficial: se indicó que los objetos secuestrados serán destinados a la Secretaría de Cultura, con el objeto de que sean utilizados en beneficio de los rosarinos. 

El  sábado 28 de enero, los vecinos de Pichincha denunciaron ruidos molestos e incidentes en la vía pública en una vivienda de Ricchieri al 300. En el lugar se hizo presente el personal de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, quienes procedieron al desalojo de la misma, clausuraron la casa, y secuestraron equipos de audio y bebidas alcohólicas.

Tras el hecho, este miércoles 15 de febrero, el Tribunal Municipal de Faltas sancionó a la titular del inmueble, quien se reconoció como dueña del lugar, como responsable de las faltas cometidas y constatadas por los inspectores. En la vivienda, además, se cobraba una entrada a pesar de que el mismo no tenía habilitación alguna para la actividad comercial.

El juez actuante determinó que la responsable reciba una multa económica y le dictó la suspensión por el término de 60 días para gestionar trámite municipal referido a permisos de actividad comercial.

El magistrado decidió también que el material secuestrado en aquella oportunidad (parlantes, cables, auriculares, luces y hasta una máquina de humo) sean destinados a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad, con el objeto de que sean utilizados por dicha área municipal, teniendo en cuenta que la persona en cuestión no pudo acreditar la titularidad de los bienes.

Asimismo, el magistrado ordenó la destrucción de las bebidas que se confiscaron en aquella oportunidad.

Finalmente, la propietaria del inmueble fue intimada para que se abstenga de volver a realizar actividades comerciales sin el debido permiso y la habilitación correspondiente.