Fuentes del Servicio de Inteligencia Argentino confirmaron a medios de comunicación extranjeros que ya existe una célula activa del Estado Islámico (Isis) actuando desde hace algún tiempo en la provincia de Corrientes, en la zona fronteriza entre Argentina y Brasil. Este lunes, la web oficial de la Municipalidad de Resistencia, Chaco, fue hackeada con imágenes y mensajes de la temida organización terrorista, que proclamaban al islam como “la única religión”. Mientras tanto, crece el temor a que pueda generarse atentados suicidas durante los Juegos Olímpicos que comenzarán en pocos días más en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.

Sin embargo, para el director adjunto del Instituto Rosario de Estudios del Mundo Árabe e Islámico de la Universidad Nacional de Rosario, Rubén Paredes Rodríguez, no hay “pruebas” ni “fuentes fidedignas” en las que pueda confiar para afirmar que Isis ya opera orgánicamente en el país. Y advierte: “Se hace una relación causal entre Triple Frontera y el Isis, pero sería un error hacer esta relación, porque en ese sitio hay una colectividad árabe que profesa la religión islámica chiíta, mientras que Isis profesa la sunita”.

Sin embargo, reconoce que “eso no quita que algún ‘loquito de la guerra’ diga que es del Isis y que va a cometer un ataque”. Y esa es la complejidad que el licenciado en Relaciones Internacionales analiza en dialogo con Rosarioplus.com. Para Paredes Rodríguez, la figura de los “lobos solitarios”, como se denomina a aquellas personas que, pese a no haber viajado nunca a Siria a combatir para el Estado Islámico, adscriben a la organización y son capaces de realizar ataques terroristas en su nombre, es el mayor problema a la hora de evitar atentados en cualquier lugar del mundo. 

“Cualquier país del mundo puede ser blanco de un ataque”, acepta el experto en mundo árabe y advierte por la peligrosidad de los “lobos solitarios”. “Algunos ni siquiera saben exactamente qué es el Isis, pero por determinados motivos sociológicos, perfiles psicológicos, dicen formar parte de la organización”, apunta. Y agrega que “hay países que están tomando medidas cibernéticas para detectar si hay infiltrados de Isis, el gran problema es que algunos lobos solitarios se van a despertar en cualquier parte y en cualquier momento”.

En Argentina, particularmente, no se ha constatado que ningún argentino haya combatido en Siria en las filas del Isis. Incluso, el director adjunto del Instituto Rosario de Estudios del Mundo Árabe e Islámico relativiza la posibilidad de que Estado Islámico pueda reclutarlos: “Hay determinados conductores por los cuales uno termina adscribiendo a Isis, uno es por el componente religioso, o por el ideológico, hay que conocer bien qué es Isis, y los argentinos, hablando en general, no están interiorizados en profundidad sobre qué es”.

Sin embargo, eso no deja afuera la posibilidad de que, en algún rincón del país, haya un “lobo solitario”. "Puede haber un radical en Rosario o en Jujuy", dice. Y agrega: “El terrorismo ha cambiado como tal, no es que descabezas al líder y la organización desaparece, como funcionan como redes no conectadas entre sí, entonces pueden ir apareciendo en cualquier parte”.

Al margen, para el licenciado en relaciones Internacionales, la posibilidad de que exista un ataque en Argentina, ya sea de Isis o de algún “lobo solitario”, debería explicarse en “algún fin político”.  “La pregunta es cuál es el fin político en la Argentina”, analiza y responde: “Tal vez, algo que no se debería dejar pasar es que Argentina, junto a México y Brasil, son países que se abrieron a recibir refugiados, que está generando una serie de incordios porque las autoridades de algunos países, como Alemania, detectan que algunos de los últimos atentados fueron perpetrados por refugiados”.

Para evitarlo, el experto considera que los países deben encarar “un seguimiento muy minucioso de quiénes son los refugiados que ingresan, pero no es un problema sólo de Argentina sino de cualquier país del mundo”.