La localidad de Bigand vive un momento de conmoción por el escándalo desatado en torno al hogar “La Casa del Sol Naciente”, que entregaba niños en adopción fuera de la ley. El tema terminó de destaparse esta semana, cuando una pareja de ese pueblo del departamento Caseros se negó a entregar un niño que tenía viviendo con ellos.

“El hogar de Bigand es casi la casa del terror”, sintetizó magistrado en diálogo con Radio Casilda en referencia a esta localidad de 6 mil habitantes situado 70 kilómetros al sudoeste de Rosario. Contó que esta situación “se la venía siguiendo desde hace varios meses. Se detectó que habían adoptado la práctica de entregar niños a personas que ellos elegían por fuera del régimen legal, informando de manera falsa a la Dirección Provincial de Niñez”.

La autorización para llevarse a los niños era avalada por la directora de la institución, Susana Schell. Las parejas se llevaban los chicos a su casa “con el objetivo de ganar tiempo para después solicitar la guarda diciendo que se habían vinculado con el niño y así pedir la adopción”, explicó el juez.

En el episodio ocurrido esta semana, personal de Niñez acudió con una orden del juez a un domicilio a buscar uno de los niños, pero recibieron insultos y amenazas por parte de la pareja que lo tenía.

“Estamos ante situaciones muy graves. A este chico tenían que entregarlo, pero a la fecha no sabemos dónde está porque la pareja se escapó con el niño”, dijo Scola, explicando que se han tomado medidas y “está interviniendo el Ministerio Público de la acusación de Casilda y fuerzas policiales con órdenes de búsqueda y captura”.

De acuerdo a lo señalado por el magistrado, se trata de un delito de apropiación de bebés, de resistencia a la autoridad y otras infracciones. “Cuando alguien se apropia de una cosa el origen es el robo”, sentenció.  

Este nene tiene dos años de edad y fue separado de su hermano de ocho, internado en el mismo hogar. Pero se suma también el caso de tres hermanos alojados en la Casa del Sol Naciente, motivo por el cual comenzó la intervención de la institución y quedó a cargo de María Eva Castro.

“Esto es algo que no sabemos hasta dónde puede llegar. Estamos ante la pequeña punta de un iceberg. La adopción tiene una única forma de hacerse y es como dice la ley”, concluyó el juez de Familia de San Lorenzo Marcelo Scola.