Lo que empezó siendo una buena noticia, generó complicaciones impensadas en el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas de Rosario. La cantidad de vuelos que la aeroestación sumó en los últimos tiempos provocó importantes deterioros en la plataforma de estacionamiento de las aeronaves. Las reparaciones que se realizaron para emparchar el problema no están dando los resultados esperados, y la seguridad necesaria para los aviones comienza a verse perjudicada. 

Por esto, este miércoles el presidente del directorio del AIR, Raúl Garo, reconoció que la aeroestación deberá cerrarse para realizar los trabajos de reparación necesarios durante algunos meses. Claro que, con la inminente llegada de la temporada de verano donde Rosario sumará más vuelos a destinos turísticos bien playeros, desde el Aeropuerto patearon la pelota a marzo o abril del 2017. Sin embargo, esa posibilidad no está cerrada y organismos nacionales evaluan la posibilidad de un cierre anticipado de persistir los problemas.

Es que el deterioro de la plataforma es evidente y, en las últimas horas, debió cerrarse una de las calles de rodaje por el estado en el que se encuentra. La clausura de la calle Bravo genera complicaciones a la seguridad operacional y demoras de las aeronaves en tierra. Desde la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac), encargada del control de las operaciones, siguen atentamente la situación de la terminal Rosario para ver qué solución tomar.

Pero este verano es visto con muchas expectativas en el directorio del AIR. Es que Rosario sumará a partir de diciembre vuelos de Aerolíneas Argentinas a Mar del Plata y Punta del este, y a Florianópolis a partir de enero. Todo eso sumado a los vuelos a Panamá que ya realiza la aerolínea Copa. La posibilidad de que la aeroestación tenga un intenso movimiento económico durante el verano lleva a los directivos a estirar el cierre hasta marzo o abril, y seguir funcionando con restricciones.

De cualquier manera, los organismos encargados de la seguridad aeronáutica no están tan seguros de que las condiciones de la plataforma no empeoren aún más y dudan de que se pueda llegar al mes de marzo de 2017 en condiciones. El tire y afloje es casi minuto a minuto y, en ese run run permanente, hasta las agencias de viajes que tienen contratados vuelos desde Rosario para sus paquetes turísticos ya vendidos, fatigan los teléfonos del aeropuerto para estar al tanto de las novedades que puedan surgir. Novedades que, por ahora, se guardan bajo siete llaves en el seno del directorio de la aeroestación local.